domingo, 21 de octubre de 2007

POENTARIO 1 DE....

Por Rufino Pérez


Un poentario es algo así como un poema-comentario de otro poema. A través de lo que la lectura de un poema sugiere, surge otro poema, personal y a la vez inducido por el primero. Eso es un poentario.

Este primer poema de Carlos Marzal, tiene gran contenido poético y el poentario sólo recoge algunos trazos del mismo, por eso es un poentario, porque permite disfrutar del primer poema y tal vez, también del segundo, pero en todo caso, siempre disfrutaremos de la poesía. Y pueden surgir miles de poentarios de un solo poema. Ánimo


La luz de esas estrellas ya ha ocurrido.

En una lejanía inapropiada

para nuestra penosa sen sensatez,

ya han muerto las estrellas que miramos.

Millones de millones de años luz,

agujeros del tiempo inconcebibles,

la confabulación de la energía,

más allá de cuanto nos resulta soportable,

en una aterradora fiesta sin nosotros.

Todo el escrupuloso asombro de la ciencia

parece que conduce hasta este asombro

con que contempla el cielo un ignorante.

Según nos dicen, hay que seguir viviendo

cercados de preguntas sin respuestas.

Nuestras lentes exploran las galaxias

y nuestra pequeñez sólo es tangible

en el inmaculado abismo de los números,

en el sagrado horror

de cálculos infinitesimales.

¿Hacia dónde conducen estas cavilaciones

de aturdido astrofísico? Estas cavilaciones

no conducen. Estas cavilaciones ya han estado,

ya han sido desde mí en otro yo que ha muerto

en la distancia. Todo lo que refulge es luz marchita.

Ser es un fui que un no soy yo contempla

desconcertado desde un planeta ajeno.

La Historia y el futuro han sido para siempre

y acosan desde lejos, ya ocurridos.

La vida es la nostalgia incorregible

de habitar un rincón del firmamento

que sólo se ha erigido en el pasado

y cuyo planisferio hemos perdido.

Así que cuando te amo ya te he amado.

El dolor que te causo y que me causas

es un dolor tan viejo que no duele,

aunque puedas pensar que está doliéndonos,

y ese fuego eucarístico en el que me consumo

es un simple capricho de las cronologías,

un voluntario error de apreciación

con respecto al pasmoso suceder de las cosas.

Nuestra felicidad ya no nos pertenece,

Vivimos de prestado en lontananza,

que es el inconcebible tiempo de las constelaciones.

La perpetua ordalía de tu cuerpo

es el altar de una ciudad hundida

en donde los ahogados de mí mismo

aún mantienen un culto que ha perdido a sus fieles.

El temblor de quererte, el estremecimiento

de coincidir contigo en esta nada

quizá es una ilusión de mi memoria astral.

Y el caso es que no importa.

No importa que no podamos ser, porque hemos sido;

no importa que en ti no pueda estar, porque ya estuve,

no importa si lo que ya ha acabado nunca nace.

Me incumbe la conciencia del álgebra celeste

y en lugar de alejarme de ti los números me acercan.

No puedo comprender esas distancias

y aunque las comprendiera no las vivo.

Hay una plenitud crepuscular

en la conspiración del universo

para que nos encontremos tú y yo.

Ya no concibo una embriaguez más grande

que ese convencimiento con que irradias

la falsa luz de las estrellas muertas.

Carlos Marzal (Metales pesados)

POENTARIO

Tema, el no ser

de la distancia

porque ver es sólo

percibir los despojos

de lo que ha sido.

Ritmo, lánguido

de alejamiento infinito

donde el dolor se pierde

en las rendijas del tiempo.

Autor, fundido

en un algebraico ejercicio,

con el cosmos. Salvado

por el encuentro sideral

con el tú-estrella

que en la cadena existencial

llega con la divina ofrenda

de la luz-amor

para convertir el no importa

en plena afirmación extática.

Un detalle:

se ama porque ya se ha amado

antes,

luego, si te he querido

sin haber sido yo,

ahora es, cuando siendo quien soy,

puedo decirte,

te quiero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta compartir un poentario capicúa Rufino, pidiendo de antemano disculpas por las formas, …falta de entrenamiento.

Mensaje circular de estrellas chivatas
espacio de reencuentros
siempre con las luces encendidas
señalando caminos andados
Relámpagos de no tiempo
precedidos de truenos
de recuerdos grabados a fuego
Llueve intensamente
es una lluvia esponjosa
se cuela por las grietas de los adentros
Ven a casa
déjame acunarte
secarte con miradas de universo
ponerte tiritas de estrellas
fundirte en abrazos
calentarte con sonrisas
Déjame ser música para tu Alzeimer
hablar a tu corazón
susurrarte con memorias de azules
eres amor de viaje astral.
¡Bailemos agarraos!

Por cierto espléndida elección…metal pesado de verdad ,aunque a mi me ha encantado el tuyo ,pasión de compa je,je.

R.P.M. dijo...

Veo que te has enganchado bien a los poentarios, pero que muy bien. Aquí hay madera de poetisa con el sentimiento a flor de piel. Iremos haciendo camino. Nos vemos, compa.