Un poentario es algo así como un poema-comentario de otro poema. A través de lo que la lectura de un poema sugiere, surge otro poema, personal y a la vez inducido por el primero. Eso es un poentario.
Este primer poema de Carlos Marzal, tiene gran contenido poético y el poentario sólo recoge algunos trazos del mismo, por eso es un poentario, porque permite disfrutar del primer poema y tal vez, también del segundo, pero en todo caso, siempre disfrutaremos de la poesía. Y pueden surgir miles de poentarios de un solo poema. Ánimo
La luz de esas estrellas ya ha ocurrido.
En una lejanía inapropiada
para nuestra penosa sen sensatez,
ya han muerto las estrellas que miramos.
Millones de millones de años luz,
agujeros del tiempo inconcebibles,
la confabulación de la energía,
más allá de cuanto nos resulta soportable,
en una aterradora fiesta sin nosotros.
Todo el escrupuloso asombro de la ciencia
parece que conduce hasta este asombro
con que contempla el cielo un ignorante.
Según nos dicen, hay que seguir viviendo
cercados de preguntas sin respuestas.
Nuestras lentes exploran las galaxias
y nuestra pequeñez sólo es tangible
en el inmaculado abismo de los números,
en el sagrado horror
de cálculos infinitesimales.
¿Hacia dónde conducen estas cavilaciones
de aturdido astrofísico? Estas cavilaciones
no conducen. Estas cavilaciones ya han estado,
ya han sido desde mí en otro yo que ha muerto
en la distancia. Todo lo que refulge es luz marchita.
Ser es un fui que un no soy yo contempla
desconcertado desde un planeta ajeno.
y acosan desde lejos, ya ocurridos.
La vida es la nostalgia incorregible
de habitar un rincón del firmamento
que sólo se ha erigido en el pasado
y cuyo planisferio hemos perdido.
Así que cuando te amo ya te he amado.
El dolor que te causo y que me causas
es un dolor tan viejo que no duele,
aunque puedas pensar que está doliéndonos,
y ese fuego eucarístico en el que me consumo
es un simple capricho de las cronologías,
un voluntario error de apreciación
con respecto al pasmoso suceder de las cosas.
Nuestra felicidad ya no nos pertenece,
Vivimos de prestado en lontananza,
que es el inconcebible tiempo de las constelaciones.
La perpetua ordalía de tu cuerpo
es el altar de una ciudad hundida
en donde los ahogados de mí mismo
aún mantienen un culto que ha perdido a sus fieles.
El temblor de quererte, el estremecimiento
de coincidir contigo en esta nada
quizá es una ilusión de mi memoria astral.
Y el caso es que no importa.
No importa que no podamos ser, porque hemos sido;
no importa que en ti no pueda estar, porque ya estuve,
no importa si lo que ya ha acabado nunca nace.
Me incumbe la conciencia del álgebra celeste
y en lugar de alejarme de ti los números me acercan.
No puedo comprender esas distancias
y aunque las comprendiera no las vivo.
Hay una plenitud crepuscular
en la conspiración del universo
para que nos encontremos tú y yo.
Ya no concibo una embriaguez más grande
que ese convencimiento con que irradias
la falsa luz de las estrellas muertas.
Carlos Marzal (Metales pesados)
POENTARIO
Tema, el no ser
de la distancia
porque ver es sólo
percibir los despojos
de lo que ha sido.
Ritmo, lánguido
de alejamiento infinito
donde el dolor se pierde
en las rendijas del tiempo.
Autor, fundido
en un algebraico ejercicio,
con el cosmos. Salvado
por el encuentro sideral
con el tú-estrella
que en la cadena existencial
llega con la divina ofrenda
de la luz-amor
para convertir el no importa
en plena afirmación extática.
Un detalle:
se ama porque ya se ha amado
antes,
luego, si te he querido
sin haber sido yo,
ahora es, cuando siendo quien soy,
puedo decirte,
te quiero.
2 comentarios:
Me encanta compartir un poentario capicúa Rufino, pidiendo de antemano disculpas por las formas, …falta de entrenamiento.
Mensaje circular de estrellas chivatas
espacio de reencuentros
siempre con las luces encendidas
señalando caminos andados
Relámpagos de no tiempo
precedidos de truenos
de recuerdos grabados a fuego
Llueve intensamente
es una lluvia esponjosa
se cuela por las grietas de los adentros
Ven a casa
déjame acunarte
secarte con miradas de universo
ponerte tiritas de estrellas
fundirte en abrazos
calentarte con sonrisas
Déjame ser música para tu Alzeimer
hablar a tu corazón
susurrarte con memorias de azules
eres amor de viaje astral.
¡Bailemos agarraos!
Por cierto espléndida elección…metal pesado de verdad ,aunque a mi me ha encantado el tuyo ,pasión de compa je,je.
Veo que te has enganchado bien a los poentarios, pero que muy bien. Aquí hay madera de poetisa con el sentimiento a flor de piel. Iremos haciendo camino. Nos vemos, compa.
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