Por Rufino Pérez
No he querido dejar dos sin tres, aun a riesgo de pedantería y en medio de tanta calidad poética como circula en este blog. Me despido, de momento, con este último sobre Carlos Marzal, al que no conozco sino por sus poemas y a quien estoy leyendo porque un día cayó en mis manos su libro. He encontrado en su poesía acentos que han hecho surgir los poentarios. Y no me preguntéis por qué. Hasta pronto.
Vivir es este puro mecerse insatisfecho
que sólo se consuela en su vaivén,
perdición de intemperies, aire libre
que construye en el aire
su infiel arquitectura sin cobijo.
El soplo de la carne deja su tibia estela,
contoneo de los desequilibrios,
huella de su volar desorientado
y allí donde no hay nada encuentra pie,
y a veces se detiene, ingrávida, en la altura,
aleteando de existir conforme.
Querer es este impulso elemental
que sólo se alimenta de querer,
ráfaga inconsecuente de apetito,
capitel de ambición, afán perfecto
que ni está sostenido ni sostiene.
Pensar es este cálido refugio en el vacío,
estas aladas circunvoluciones
que encuentran su armonía en ocurrir,
mundo dentro del mundo, brisa leve
que abanicó la tierra el primer día.
La voluntad, la vida, el pensamiento
son esta fantasmal pirámide en el viento.
Carlos Marzal. Metales pesados
POENTARIO
La ingravidez
que oscila entre el ser
y no ser,
entre la vida
y el vivir.
La carne que se contonea
que existe, y que es carne
hasta que el amor
deja de tocarla.
Querer, amar, es mucho más
cálido
que pensar,
y aunque también construye
pirámides de brisa suave
tiene el poder
de alimentar de aire
nuestras ilusiones.
Bendito soplo divino
que llega en estela sideral
y hace desaparecer
la inminente presencia
del no ser.
Polvo serán…
2 comentarios:
Maldito ordenador, de la guerra de Troya, menos mal que te ha traído el aire. Esta ,querido provocador, no me preguntes porqué, será mi ,de momento, última pedante(bis) osadía je,je.Una genial tercera de ¡ole! Sevillano.
Constructor de pirámides
escaleras de infinitos,
con áticos de brisas,
que acarician la nada
laberinto relleno de alientos
tertulias embalsamadas de palabras
cotilleos de susurros,
circulando, sin prisas
entre cascos retornables,
para rellenarlos de presencias.
pegamento de puzzles
descompuestos en pensamientos
olores ,colores ,músicas.
Oxigeno en polvo, mas polvo….
Viva tu gracia sevillana. Tienes arte para escribir y lo haces con un estilo personal inimitable. Por cierto, ¿has presentado ya a concurso el otro trabajo en prosa? Ánimo, está muy bien y merece la pena que se airee y que lo contemplen. Besos.
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