jueves, 17 de abril de 2008

París 7


Por Raquel Casas


Ella llegó con su coche a una carretera polvorienta y solitaria. Me he perdido, se dijo, por aquí no se va a París. Bajó del coche y miró el horizonte con una mano en la frente formando un pequeño tejado. El sol era potente, hacía mucho calor. Subió el volumen de la música y tarareó con sentimiento “que se me paren los pulsos si te dejo de querer, que las campanas me doblen si te falto alguna veeee…” Ella quería hacer este viaje, pero no sola. Y escribir un libro de quinientas páginas.
No pasaba nadie por aquella carretera. Se limpió los ojos y observó el sol sobre el asfalto. Entró de nuevo en el coche, suspiró y sacó un pequeño estuche con una navaja. Se encendió un cigarrillo y pensó que cuando terminara la canción lo apagaría y escucharía cómo el día también empezaba a suicidarse. Pero entonces distinguió a lo lejos un pequeño rectángulo brillante. Fue hacia allí y vio el rótulo “París 7 km”. Mientras observaba su silencio metálico descubrió justo debajo un pequeño avión de papel.


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9 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres mi vida y mi muerte, te lo juro compañero....un altre cop dijous, espero veure't ja dilluns,amb o sense cinturó!!!!!

Unknown dijo...

Entre suicidios metálicos, voy siguiendo el vuelo de tu papel. Cada día mejor, Raquel. ¿Será lo tuyo nuestra "sugus experience"??? ¡Y otlo dzuso blanco, pod favodz, hip!!!!

Raquel Casas dijo...

Ai, no em feu riure avui que em fa mal la boca i parlo com una borratxeta...

LASOPAFRIA dijo...

y la peli sigue... :)

Anónimo dijo...

cualquiera q no te conozca y lea tus escritos pensará que fumas como una carretera (perdida) :PPP

Raquel Casas dijo...

ja, ja!! Un poco perdida sí que estoy (o soy?). Los cigarrillos me recuerdan mi adolescencia. Me gusta que mis personajes enciendan y apaguen cigarros; utilizo esos momentos para que piensen antes de actuar (de cagarla?). Son una pausa necesaria en el relato y a veces un preludio de lo que va a ocurrir a continuación. Pero ya sé que, como me dijeron el otro día, soy políticamente incorrecta.

Anónimo dijo...

pues que le jodan a la politica!!

a mi me gusta pq ya lo interpreto como parte de tu firma, como decir que "las ventanas estornudan" ;D

Raquel Casas dijo...

Eiiii, te has dado cuenta! Qué detallazo! Se nota que has leído bien y atentamente la poesía y la prosa. Eres el primero que me lo comenta, así que estás en mi lista de favoritos.
Un beso

R.P.M. dijo...

Vuelo sin motor y sin rumbo. Es la métafora de la vida que está contenida en un avíón -de papel-. Una metáfora larga, aunque la vida no se note pasar. Precioso, Raquel.