jueves, 29 de mayo de 2008

Monstruos


Por Raquel Casas


Después de visitar tantos moteles idénticos, después de esperarle sola tantas horas, después de ver tantas películas de terror sin inmutarse, R no se sorprendió al retirar la cortina gris del baño y descubrir en el centro de la bañera un pequeño monstruo azul que la miraba. Parecía un pequeño pony gigantesco. Se quedó impávida, se frotó los ojos pensando que soñaba o que hacía demasiados días que no dormía y sólo fumaba, e intentó acariciar la suave crin de la extraña criatura. En aquel instante, el bicho se sintió amenazado, resopló, se irguió sobre sus patas delanteras y la atacó: con una de las patas traseras le golpeó con furia en la boca y la lanzó al suelo del baño. R se quedó allí tendida con la boca partida retorciéndose de dolor, pensando en lo perjudicial que resultaba el cine de terror. Ya le había advertido su madre muchísimas veces que no era sano mirar tantas horas la televisión.


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Burlanga:"Garcilasa , te amo " jeje
deu n'hi do a veure si un dia et trobaràs a Garcia Marquez a la banyera nena i en el meu cas al Jimi "Peich" ( guitarrista) jeje

records a les nenes.... va i als nens també jeje dew!

Raquel Casas dijo...

Ei, Burlanga, em sembla que només em trobaré algun escarabat o aranyes...

Els passo les teves salutacions; demà anem al Primavera Sound que vénen els Sonics, els meus iaiets preferits.

Psycho!

Anónimo dijo...

Buena paradoja, tanto buscar ver de nuevo, al jodido caballito perdido, y vuelve a patearte ,otra vez, en el mismo sitio(ahí ,donde la cicatriz duele cuando llueve).Mandémoslo a pastar ,la peli sigue y no está todo dicho, para las amazonas, cabalgar se lleva en la sangre, cuestión de perseverantes azules ,espirituales morados pa las caidas, y pa las recaídas un ruso versión original je,je
Un abrazo.Paula