Por Ruben Garcia Cebollero
A modo de... y en homenaje a...
El odio, que empuja a raros deseos, me llevó un día a una ciudad de poniente, ni gris ni pintoresca, de ésas de las que hay tantas.
Sufría, al parecer, una desgracia elaborada mentalmente por falta de envidia, de preocupaciones normales y miraba el asfalto y la acera huyendo de la gente. Sufría un amor imposible.
Iba con frecuencia al museo municipal y un día descubrí en un rincón la pintura de Rienzi, el italiano. El retrato de una mujer. Su mirada podía enamorarte, y eso me sucedió. En un principio, debería sentirme feliz. Cada día que regresaba al museo la amaba más. Ella me escuchaba y con su quietud me demostraba su agradecimiento.
Hasta que una tarde llegué al museo con un ramo de claveles. Un extraño coqueteaba con ella. Y ella no decía nada, y yo quería vengarme, y él dijo que regresaría con un trapo negro, que la cubriría y que se la llevaría a casa, donde les esperaba la felicidad.
Basta, grité. ¡Basta! Ella me miró suplicante, acojonada. Contigo ni una palabra más, le dije. Gracias a Dios he descubierto a tiempo lo que vales, digo lanzándole a la cara el ramo de claveles. El otro me agarra el brazo y le miro y le digo: ladrón de amor, galante de museo, sal a la calle que te quiero partir la cara.
Y así tal como lo dije lo hice, en defensa de la dignidad y para servir de universal mal ejemplo. Y es que hay amores que son, Octavio, casi imposibles. Y no hay forma de traducir lo que duelen.
3 comentarios:
Bueno,voy a arriesgarme,una vez más,fielmente,por lo menos el nombre sale je,je.Creo, que Octavio Paz y el platónico homenaje a la poesía.
Pd)La dama, iba escotada?
Un rojo,rojo clavel.paula
PERE CALDERS
Otra,obvia, derrota je,je,de ellas se aprende. Buscaré quien es, pues seguro es interesante,la muestra ,impostada, así lo indica.El clavel,te lo puedes quedar je,je.
Pd)Fotut,fotut!!!!.
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