jueves, 25 de diciembre de 2008

Para G., in memoriam (2/2)


La lluvia sin ti
por Ester Astudillo

Montada en mi azul,
desde la loma del tiempo,
avisto el paraje preciso
donde se truncan
nuestros cauces:
allí agostamos
la infancia,
mordimos

la incertidumbre.

Quisiste muerte súbita,
con curso extravagante,
fiero.

Tu luna de hiel
y una margarita coja
se abisman en mi vientre,
medrosas,
con hambre de un mar
huérfano de ti.

Y pintarán tal vez
mis sueños,
en este limbo
de trincheras desiertas,
un clamor
que no sea el tuyo

y expiaré, acaso,
el pluscuamperfecto
de la lluvia
en mis días amarillos.

(Hallaste, dicen,
tu soledad de dos.)

Mas sobre el embozo
de nuestros hijos muertos
vacío a diario un beso,
gesta irredenta,
y así la casa duerme
la tregua de tu olvido.

2 comentarios:

R.P.M. dijo...

Vaya tela. Si te pones a buscar hay ecos de la mejor poesía. Me gusta ese aire de despedida eterna que queda sobre un futuro de pareja ya imposible. Muy bonito.

Beatriz dijo...

Gracias, RPM. En un día tan señalado como hoy, en que sólo colgados hasta le médula, o incrédulos irreverentes -o ambos- nos dedicamos a estas bagatelas distractoras.
Nos vemos. :)