martes, 5 de mayo de 2009

DE LA INUTILIDAD

Por Carlos Rull

- Pero entonces,... ¿tiene o no tiene usted alguna idea solvente que aportar en pos de la solución de la crisis?
- Pues... Hombre, se me ocurren algunas vagas posibilidades, ocurrencias, pero así como una idea solvente, no. Ya le he dicho que yo escribo.
- ¿Escribe? ¿Así, a secas? ¿Y qué se supone que escribe?
- Poesías. Relatos. He empezado una novela. También teatro.
- Bueno, pero eso... No sirve.
- Ya le decía yo.
- Pues se ha equivocado de ventanilla.
- Ah. Es que en información me dijeron que aquí...
- Ya, ya. Pues nada, diríjase al quinto piso, departamento de educación, ventanilla tresciento cuarenta y dos. Tal vez allí lo suyo sirva de algo.

*******

- Así que le envían del segundo, ¿eh?
- Pues sí, me han dicho que aquí tal vez pueda ser útil.
- Y dice usted que escribe.
- Sí. Cada día un par de horitas.
- Cuentos, poemas, teatro.... ¿No escribe usted textos prácticos?
- ¿Prácticos?
- Textos didácticos, informativos, instructivos,... Prospectos, instrucciones, textos administrativos o jurídicos, reglamentos,... O bien para educación: cositas sencillas para los chavales. Que no hagan pensar mucho. Nada complicado. Ya sabe.
- Bueno. Yo,.. Alguna cosita así tendré, pero en general no. Mis referentes son otros.
- Puf. Pues me temo que aquí tampoco va a sernos usted útil.
- Lo siento, si quiere me vuelvo a casa y lo dejamos.
- No, hombre. Ya que le han hecho venir.... Además, algo tenemos que encontrarle. Todos debemos ser útiles. Acérquese al octavo, ventanilla seiscientos veintisiete, departamento de ciudadanía. Allí le encontrarán alguna utilidad a lo suyo.

*******

- Escritor, ¿eh?
- Pues sí. Nada profesional, ¿sabe? Una afición. No he publicado nada, pero he ganado algunos premios.
- ¿Y de qué escribe usted exactamente?
- Buf. No sé. De nada y de todo. Lo que se me ocurre.
- Ya, ya, claro. Pero, ¿textos ejemplares? ¿Relatos con moraleja? ¿Ensayo ideológico? ¿Algo patriótico? ¿Sociología? ¿Historia patria? ¿Loas a algún partido o club de fútbol? ¿Revisionismo histórico? ¿Ha trabajado alguna vez de negro?
- No, no, no. Literatura. Describo momentos, intento transmitir emociones, y dejo que el lector encuentre sus propias respuestas. No pretendo enseñar ni moralizar.
- ¿Que el lector saque sus propias conclusiones? ¿Y para qué sirve eso?
- Bueno, cada uno sabrá para qué le sirve.
- ¿Se ve usted escribiendo discursos para nuestros líderes politicos?
- No me joda.
- Entonces, ¿nada patriótico?
- Que no. Casi todo lo que leo y me inspira es extranjero.
- Pues vamos apañaos, encima eso. Pruebe en el último piso.

*******

- Sí, ésta es la duodécima planta: sección de literatura y artes en general.
- Menos mal. ¿Se imagina usted lo que me han mareado mandándome de una ventanilla a otra antes de enviarme aquí?
- Lo sé, lo sé. Siempre es así. Empecemos con su ficha. A ver, ¿a quién vota?
- Me llamo... ¿Qué?
- Que a quién vota.
- A nadie.
- Mal empezamos. ¿Algún amigo, padrino, compadre o simple contacto que pueda avalarle?
- No, que yo sepa.
- Pues estamos apañados.
- ¿Quiere ver alguno de mis poemas?
- No, hombre, quite, quite. ¿Para qué? ¿Afiliado a algún partido, sindicato, ONG, asociación, fundación o institución?
- Estoy suscrito a un par de revistas literarias.
- Con eso no hacemos nada. Me temo que aquí tampoco podemos ayudarle. ¿Qué tal si prueba en el edificio anexo?
- Hombre,...
- Lo verá desde la ventana.
- ¿Ése con la plaquita de "Exiliados interiores"?
- Ése.

10 comentarios:

José García Obrero dijo...

Carles, (¿te has inspirado en un episodio buenísimo de Asterix?) De como lo triste puede ser divertido. Me lo imagino recorriéndose las ventanillas del edificio "exiliados interiores" hasta dar con sus huesos en "materia orgánica".

Muy bueno.

Un abrazo.

Carla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gogus dijo...

La veritat és que sense padrins, arribis on arribis sempre t’acabes menjant els mocs. Clar que gràcies a això, a no tenir padrins, ens mantenim arrelats a l’àmbit domèstic de la nostra casa, despatx o habitació, molt probablement el lloc més sa de tot el planeta.

El concepte "exiliado interior" m'ha agradat molt, hehehe.

Vinga, fins ara,

Marc

Beatriz dijo...

Home, jo més que inspirat en Astèrix (ahh, és que jo sóc d'una altra generació!), el veig molt inspirat en el Vuelva usted mañana de Larra, pobre pobre, i mireu com va acabar. A bocajarro, pim pam. Y exiliado interior y materia orgánica, ambas dos cosas, TAMBIÉN. Claro, que pudieron vender su muerte como mal de amor(es). Claro, claro, que vivió en el romanticismo, nada que ver con la crisis postmoderna actual. A ver cómo se explica un bocajarro en el día de hoy. Mejor cortarse las venas en la bañera, que dicen que es dulce y todo. O el monóxido de carbono, tan peliculero.

Perdona, no vull ofendre't, ni a tu ni als del gremi, però et vas equivocar de ple anant a petar a la 2a finestreta d'educació.

Compte Carles, no et desesperis massa, This is the life, hasta donde la resistas. La imatge molt bona, d'aquestes il·lusions òptiques, en què no hi ha principi ni final. Tenen un nom tècnic. Només superposicions i superposicions. Ves a saber de què. De merda, entre altres coses.

Bueno, no tinc un bon dia, però m'ha agradat molt, molt agut, i veritablement encertat, d'exiliada interior a exiliat interior.

Petons:)

Unknown dijo...

Algo de Astérix, algo de Kafka, algo de Larra, alguna viñeta del impagable Forges y una vieja sensación de exilio permanente, todo influyó para que saliera esto. Eso sí, mi exilio entre libros y de mi escritorio al sofá no es tan malo como pudiera parecer, coincido con Marc: más sano imposible. El resto suele ser, no siempre, selva y laberinto. Gracias a los tres.

Beatriz dijo...

Bueno, pues si es sano, disfruta, tío, que tiempos peores vendrán seguro.
:)

José García Obrero dijo...

Dí que sí Ester, ¿para qué sirve el optimismo? Para ná.

Carso dijo...

Inutilidad: que no es util, que no sirve para nada, es decir, que no es siervo de nada ni de nadie. Para otra edicion del diccionario del diablo y para apuntalar la inutilidad de nuestros actos, literarios o no.

gonzalezcastro dijo...

Tu cuento me recuerda un poema de Goytisolo en que explica que, cuando se ha pedido un plato en un restaurante, comienza a pensar que quien en verdad ha acertado es el vecino. Por eso las personas que carecemos de personalidad pedimos los últimos en un restaurante: no por educación, sino para equivocarnos (o acertar) en grupo. Todo lo cual no sé si tiene algo que ver con lo que explicas en tus diálogos -sospecho que no-. O sí: porque, ¿cuántas decisiones determinantes tomamos a la ligera?

Mercè Mestre dijo...

Doncs tal com està el panorama, la cua d'exiliats interiors deu donar tantes voltes que es deu acabar fusionant i confonent amb la dels que encara esperen el torn per a la primera finestreta. O sigui que, com a l'administració, com a la vida, el recorregut és circular, infinit.

En un atac d'optimisme, benvingut al club!