lunes, 7 de septiembre de 2009

Invierno

Por Ester Astudillo

Fueron primero pequeñas perlas
sobre oro montadas
cuando hubo andado la esfera
una vuelta escasa al planeta;

pocos centímetros después
vendría el ingreso en el ruedo litúrgico
para esquivar el limbo
de los inocentes.

Las fotos hablan de días gélidos
a la estación siguiente
sobre dos diminutas
piernas desnudas,
y de un vientre, abombado apenas,
en blanco y negro
al otro extremo del breve brazo.

Podría hablar de una nueva semilla aún,
de días de lluvia y ruido,
de permanentes tristezas
y camitas alineadas
en rojo carmesí.

De un viaje a la playa
entre ruinas romanas,
el primer lametazo a la nieve
un diciembre del 71,
cines barrocos con noble platea de nuez
asomándose a un entremés peripatético;
en las sienes agujas de niebla;
el inicio de la inquietud.

Pero de todo cuanto callo,
entre lo que no imagino que existe,
destaco el temperado sonido
del silencio
combándose ante mis ojos
en la aún críptica forma
de un interrogante.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez de mal rrrrollo, no? Usted ni tiene ni idea de qué es una infancia chunga. Que lo sepa: a mi me metieron en el convento a los cinco años, porque mis papás eran muy religiosos, y he estado hasta ahora en el mismo lugar, sin conocer del mundo más allá de sus muros. Y lo de aquñi sí es invierno, que estoy en Matalascañas, y no hay playa.
Sor Renun

Beatriz dijo...

Renunciación, la voy a llamar 'la fija', jaja!

Perdone pero es Vd. la que no tiene ni idea. Conoce la peli 'Extramuros'? Pues eso.

Krd, donde yo nací no había playa, como el pobre Doiniel de Truffeau. Tuve que emprender un viaje para conocerla, a ver si va a ser Vd. también de las analfabetas funcionales, ese colectivo que cada vez, ai las!, es más numeroso.

Lo de Matalascañas me suena a chiste, a un chiste castizo muy español. De todas maneras, no creo que le pueda envidiar en nada a mi tierra nativa, se lo aseguro. En frío, me refiero.

Se arrepintieron sus padres de su encierro? O ya no están para contarlo? Pena penita!

;-)

Soledad Arrieta dijo...

Al fin abriste un blog! (o al menos lo agregaste a tu perfil).
Mucho tiempo fuera de este mundo pasé, he vuelto con un nuevo espacio, esta vez cuentos y relatos.

Beatriz dijo...

Sol, me temo que andas un tanto extraviada en la maraña de la red. Dudo mucho que nos conozcamos, o que nos hayamos cruzado en alguna otra dimensión. A menos que no uses un nombre en clave, jaja!

R.P.M. dijo...

Ponle fuego a esa nieve de infancia y se derretirá en una suave lluvia que acompaña y que no te hará sentir la soledad. Además, ahora está este blog de amigos, je je. Preciosa evocación y como siempre, real y desde dentro. De vuelta al blog. Me tengo que poner al día porque este verano se ha pasado casi en blanco. Un abrazo.