Por Antonia Martos
Vivir sola
comer sola
dormir sola
hablar sola.
Huellas invisibles
sobre un banco
de madera.
Larvas,
gusanos,
moscas corruptas
se multiplican bajo tierra,
escapan a la superficie
para sufrir.
.
Cuentos del hada jubilada (octogésimo séptimo)
Hace 2 días
1 comentario:
Hay que onvertir la soledad en "soledad sonora" para que todos la miren y se haga visible y acompañada, ergo inexistente. Realmente profundo, Antonia.
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