lunes, 29 de noviembre de 2010

Va de fábula


Hay animales cristianos
en compensación
por tantos cristianos
que son animales
Honoré de Balzac

POR ESTER ASTUDILLO
EN LA SEMANA DEL ANIMALARIO

En un tiempo muy lejano, habitaba sobre un orbe semejante a lo que hoy conocemos como ‘planeta’ una población un tanto heterogénea de seres vivos y autopropulsados conocidos por el nombre de ‘animales’. Vivían en colonias, pequeños grupos lo más homogéneos posible cimentados alrededor de uno de sus congéneres, investido con suficiente autoridad para garantizar el buen orden y la moral convivencia de los individuos a su cargo y a quien denominaban ‘sacerdote’. A su vez, las colonias se organizaban en jerarquías superiores, que velaban por mediar en las pugnas que aparecían entre unas y otras: cuanto más arriba en la jerarquía, más heterogeneidad, y de todos es sabido que tal cosa es pájaro de mal agüero. En la cúspide de la organización, de forma triangular, como no os sorprenderá en absoluto, yacía la máxima figura arbitral: el gurú mayor, también llamado ‘pontífice’. Su dominio era, sin embargo -decían-, sólo espiritual.

En un momento determinado de la historia sobre aquel extraño orbe se sucedió una bestial calamidad: un espécimen de uno de los grupos animales hizo caso omiso de las barreras biológicas y copuló con un espécimen de otro grupo de seres casualmente no inventariado, con el fatal resultado de contagiarse de una terrible enfermedad que a partir de entonces se cebaría entre la ordenada población animal, dados como eran a la copulación compulsiva: folla mucho y bien, y no mires con quién.

Ante el meteórico avance de la epidemia y la creciente mortandad que asolaba la población, los sacerdotes se reunieron en cónclave sumarísimo con el sumo sacerdote por poner fin a aquella lacra; a algunos de ellos la noticia les caló especialmente hondo, puesto que les cogió literalmente con las manos en la masa, aunque, todo sea dicho, supieron mantener la compostura y acudieron prestos al oír retumbar el gong de convocatoria.

Mantuvieron largas sesiones de debate porque no conseguían la mayoría requerida para imponer solución alguna, teniendo como tenían un funcionamiento corporativo 100% democrático. Finalmente, con el voto de calidad del gurú mayor, dictaminaron que además de la tradicional solución de la abstinencia como única medida moralmente sancionada para salvarse del contagio de aquel mal nauseabundo, llegado un momento de apretura tal que uno no pudiera contener su libido y no tuviera más alternativa que entregarse a la cópula sin mirar con quién, en ese y sólo en ese caso, sería también moralmente aceptable la protección profiláctica.

Los sacerdotes menores, venidos de los rincones más alejados de aquel orbe, respiraron aliviados y dedicaron simpatías y medias sonrisas al gurú mayor, a quien agasajaron con prebendas y obsequios variopintos que habían de durarle todo su pontificado. Luego regresaron cada uno a su colonia, donde se dedicaron bestial y devotamente a practicar con el ejemplo.

Huelga decir que aquella medida no consiguió en absoluto detener la pandemia, sino que la concentró en determinados núcleos que acabaron por infestar el orbe y que tristemente se convirtieron en bolsas de población marginal cada vez más crecientes y, paradójicamente, menos notorias.

Y los sacerdotes y el pontífice fueron felices y, siendo animales, comieron perdices.

Y colorín, colorado… este cuento bestial se ha acabado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez atacando a los pobres sacerdotes, vaya, se ve que en la catequesis no le explicaron cuatro cositas, eh? Ya estoy cansada de oír que con esto que se ha dicho de que es lícito follar con putas llevando condón; lo que se quiso decir en realidad es que en caso de ir de putas, llevar condón es un mal menor que evita el contagio de enfermedades propias de putas.

Se trata de un principio de responsabilidad para consigo mismo, para el donante, para protegerse a él mismo y a su esposa y, por extensión, a la familia, que es la principal preocupación de Ratzi. A la puta, que le den, no haberse dedicado.

Pero oiga, siempre girando los sentidos. Para nada, para nada, quiso decir el SP que los católicos podrían ir de putas con condon, se lo juro...
Sor Renun

Mercè Mestre dijo...

Diga'm bonobo, però quina culpa tenen aquí les perdius?

Presidenta d'ADOLL (Associació per a la defensa de l'ocell en llibertat)

Beatriz dijo...

La cuestión, Renun, es quién contagia a quién, si las putas... o los puteros. SP por sumo putón, nooooo????

Qui parla de culpa, aquí? Això deixem-ho pels integristes, com la Renun & cia. L'ordre natural de les coses és que els bonobos es mengin les perdius (no parlo per mi, eh?, a mi no m'agraden, les perdius)... i que els puteros xinguin amb les putes.

Vocal en funcions de BoMaLl (Bonobos per a la Masturbació en Llibertat)

Muax

R.P.M. dijo...

Buenooo, si empezamos así, no digo cómo terminará la semana. La maquinaria eclesiástica es muy lenta aunque se aleja rápidamente de la realidad y vive en otra dimensión. Vamos a ver cómo seguimos adelante sin esperar a que ésta nos alcance. De fábula, Ester.