sábado, 17 de marzo de 2007

EN DEFENSA DE RISTO

Rubén García Cebollero


Ayer Risto Mejide consiguió que cogiera el ADN. Lo que es casi un milagro. Y leí lo que supongo que él escribió. Claro, que si hay tanta mentira a ver quién me asegura que no sea mentira que lo escribiera él, o que no sea mentira todo lo que se publica en diarios como éste u otros.

Vivimos en un mundo de informaciones interesadas, y es cierto que hay más mentira que verdad, pero quién sabe ya qué es una cosa o la otra. Cualquier recuerdo es siempre una selección interesada, nos quedamos con lo que queremos de lo que en verdad pasó, porque todo es imposible recordarlo, de manera que una parte del todo es de alguna manera una mentira sobre todo.


No sé si hay mucha gente que odia a Risto o mucha que lo ama. En mi caso ni una cosa ni la otra. Quizá ahora que estudio Publicidad comprenda más sus "cañonadas". Disfruté leyendo "su" opinión tanto como la de Llovet con Vila-Matas en el País de hace poco más de una semana. Aunque no creo que haya ningún tic tac, ningún plazo, contra los mentirosos. La honestidad se cotiza muy mal, y lo he vivido en carne.

Decir lo que uno piensa suele ser caro, o parecerlo. Aunque lo barato siempre es más caro. Este fin de semana he de venderme a mí mismo para un trabajo de publicidad, casi nada, con la paradoja que consumir o ser consumido no va conmigo. Y esto no es ninguna mentira.

La semana acaba con grandes esperanzas literarias, que no puedo comentar, porque a veces las promesas no cumplidas y las mentiras pueden parecer lo mismo. En cualquier caso, larga vida a Risto y a todos los que crean que es mejor una colorada que ciento y una amarillas.

2 comentarios:

R.P.M. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
R.P.M. dijo...

Vivimos entre verdades y mentiras de manera que a veces la confusión es la única verdad que percibimos. Ánimo con esas promesas literarias. Ya nos contarás.