sábado, 9 de junio de 2007

DIOS TIENE UN PLAN



Ruben García Cebollero


Ayer vi una foto que decía: "Dios tiene un plan". Siempre han representado a Dios como un hombre maduro, el Dios del Antiguo Testamento, y puestos a creer puede que sea una mujer, un niño o un joven o una joven. Dios tiene un plan. Puede que ese "plan" sea distinto al que esperamos o pensamos. Así que Dios debía ser guionista de la serie del Equipo A.

No sé si era plan de Dios o no pero he leído "El ingrediente secreto", de Vanessa Montfort. No sé puede decir que haya sido muy rápido a la hora de redactar la crítica, pero los juicios deben madurar y adquirir perspectiva. En algunos momentos, no acabó de gustarme el ritmo o el estilo y técnica de algunos capítulos, minucias, que en el conjunto desaparecen por otros loables aciertos.

He de reconocer que habiendo nacido el mismo año que yo, el mejor de todos los años posibles claro está, no era tan fácil suponerse cerca, pero la novela es fiel reflejo de algunos sentimientos compartidos por mi generación. O al menos, por mucha gente que he conocido en estos años de existencia.

Espero me perdone, Vanessa, que ahora cite algunas frases de la novela. Por ejemplo, página 38: "ahogado por la usura de los bancos", pág. 39, "habíamos acabado eligiendo el dialecto del reproche en lugar del idioma del cariño". La historia se construye como un sistema de espejos que trama un argumento entre dos generaciones. En la pág. 59 nos revela que: "todo es un absurdo intento de huir de la soledad". En lo que discrepo es (pág. 78) que: "mis días no tenían banda sonora, no tenían grandes acontecimientos ni siquiera dramas, ni misterios ni riesgos". Nuestra generación ha crecido entre demasiadas bandas sonoras y demasiados riesgos.

En la 207 nos escribe: "tan absurdo es el planteamiento de que existe el destino como de que exista el azar. El azar no es sólo pura probabilidad matemática, es también el caos, un caos necesario que fuerza los acontecimientos a volver a un orden". Pero si Dios tiene un plan más sentido tiene creer que no escogemos nada, aunque en la 229 nos diga: "escogemos sin darnos cuenta los lugares en los que queremos nacer de adultos: aquellos escenarios en los que vamos a sufrir, los que nos verán enamorarnos, incluso el espacio en el que perderemos el último aliento".

Lo que es cierto, 286, que es "infinitamente más difícil luchar contra la costumbre que contra el amor". Y que algunos, 461, crecieron "protegidos contra todo menos contra el aburrimiento, como por otra parte, según Fabio, les había pasado a la mayoría de los españoles".

Al final, quizá a otros lectores no les suceda lo mismo, me quedé con las ganas de saber qué era para Grüner el ingrediente secreto, aunque quizá sólo a Fernando correspondía abrir ese paquete. Quizá porque Dios tiene un plan.

Es obvio que en el tintero dejo muchos temas, y que cada cual busca como quiere o puede la felicidad. En cuanto a si una historia es como fue o es como se la recuerda, mejor pregúntenle a Dios, que, como saben, tiene un plan. Y quien tiene planes, o tiene muchas preguntas o tiene muchas respuestas.

Quizá Dios tenga un plan por el que cada cual pueda encontrar, 496, "un elemento, para cada persona distinto y que, una vez añadido a nuestra vida, le da sentido".

En cualquier caso, me quedo con el beso de la foto. Por si Dios me incluye en el plan;)

3 comentarios:

R.P.M. dijo...

Cada uno busca como puede la felicidad; eso es una verdad como un templo. En muchos casos, también es verdad que mientras la buscan no son felices. Y yo creo que ambas cosas, buscar y encontrar, pueden resultar fuente de felicidad.
Perdón por el tiempo de publicación que te he "robado", pero es la única manera de que salga esta semana.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con tu crítica. A mí, "El ingrediente secreto" me ha fascinado. Creo que el texto permite identificarse a personas de distintas generaciones, igualándolos al final. Lo único que no entiendo es porqué según tu crítica hay que "estar de acuerdo" o discrepar con lo que dicen los personajes. Tal como yo lo veo, esta es una historia de ficción, en la que sus personajes están construidos con seriedad, por lo que podemos encontrarnos incluso con discursos contradictorios propios de una evolución psicológica. Algunas de las frases que citas, pertenecen a distinos personajes de la novela, por lo que nunca deberían estar en el mismo tono narrativo. La sociedad es variada y ante todo, contradictoria. Para mí lo más importante es lo que me han hecho sentir. Muchas Gracias. Un saludo.

RUGAC dijo...

No hay que estar de acuerdo o discrepar con lo que dicen los personajes, pues los personajes como las personas tenemos opiniones diferentes incluso propias que cambian como el viento. Lo que señalaba es que no creo que existan personajes ni personas sin una banda sonora, si me apuras hasta en el paleolítico, porque no imagino una vida sin "sonidos". Incluso la sordera ha de tener el ritmo de los latidos del corazón, una cadencia;) El hecho de citar frases de diferentes personajes no implica que tengan el mismo tono, sólo que me han causado alguna impresión. Dejé mucho por comentar, pues en "eso no dicho" radica el mayor placer de la lectura: en la carta de concha, en el paquete de Gruner... Tengo la experiencia, por las novelas que he escrito (aunque no he publicado) que lo que importa es lo que se siente, lo que se consigue hacer sentir;)