domingo, 30 de septiembre de 2007

EL PASO DEL TIEMPO. TRES Y ÚLTIMO. (POR AHORA)

Por Rufino Pérez


Vas y vienes

como el viento,

no eres estable,

tiempo.

A veces te paras

y otras,

no llegas.

A veces te haces eternamente

insoportable,

otras,

te querría eterno conmigo.

Si fueras un metal

serías dúctil

y a la vez

tierno

-o más bien maleable-.

Si fueras una rata

no habría gato

que te mordiera:

abriría la boca hoy

y al cerrarla,

ya sería mañana.

Un abrir y cerrar

de ojos

es lo que dura

un beso

-si no es de tornillo-

pero el sabor

es para toda la vida.

¿Han besado alguna vez

tus hijas

las Horas?

Pregúntales.

Hay alguna

más díscola que otra

más casquivana

-con perdón-

que te dirá que sí

porque un día sintió

un roce misterioso.

Pero busca

en aquella que calla.

Notarás

que ha llevado la lengua

al paladar

y después

se ha mojado los labios.

Ahí encontrarás

un beso sin tiempo.

Pídele la receta.

2 comentarios:

Carla dijo...

Ets un poetàs!
Gràcies per compartir la teva gran sensibilitat. M'ha encantat allò del "no tiempo", usease, "nirvana", jeje! així, almenys és com ho he volgut entendre jo...

R.P.M. dijo...

"no tiempo", "nirvana", aquello que pocas veces llegamos siquiera a intuir, pero que es real y que velamos constantemente con mil y un afanes cotidianos en los que el tiempo manda. Gràcies, Carla.