Por Ruben Garcia Cebollero
Hace algunas semanas tuve el honor de charlar con Joan Margarit y el club de lectura de Sant Sadurní d'Anoia de poesía y cálculo de estructuras.
Ahora, sin embargo, quiero hablar de Barcelona, amor final, un libro editado de manera trilingue, versiones catalana y castellana del autor, e inglesa de Anna Crowe, y prologado por Javier Cercas.
El título proviene del poema "Barcelona amor final" incluido en Casa de misericordia, página 76 de la edición catalana de Proa.
El título proviene del poema "Barcelona amor final" incluido en Casa de misericordia, página 76 de la edición catalana de Proa.
Nos dice que "la ausencia es una casa/ con radiadores helados", y de ella viene el poeta por el largo camino que lleva al amor final.
El libro es un diálogo con todas las Barcelonas que llevamos dentro, con las Barcelonas que otros poetas han cantado y otros poetas cantarán. Quizá Javier Cercas tenga razón al decir que este es el libro más singular de Margarit: es una antología diseñada por el propio autor, y ha sido lujosamente acompañada de hermosas fotografías barcelonesas.
El libro es un diálogo con todas las Barcelonas que llevamos dentro, con las Barcelonas que otros poetas han cantado y otros poetas cantarán. Quizá Javier Cercas tenga razón al decir que este es el libro más singular de Margarit: es una antología diseñada por el propio autor, y ha sido lujosamente acompañada de hermosas fotografías barcelonesas.
La Barcelona de Margarit es una Barcelona que no existe, una inventada, una que ha nacido del monstruo en que la auténtica se ha convertido o se está convirtiendo. La poesía de Margarit es una dura mezcla de superficies e identidades. Vale la pena recorrer lo esencial de una trayectoria emotiva, narrativa y reflexiva que, nunca sabremos si podrá salvarnos, pero siempre consigue darnos un último, humilde e irrenunciable fantástico refugio.
1 comentario:
Dame tiempo a leerlo y te diré algo. Ya sin leerlo, creo que no defraudará.
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