domingo, 30 de marzo de 2008

ESTA VIDA

Por Rufino Pérez


Esta mañana hemos desayunado con un par de asesinatos. Violencia de género lo llaman. Hay que ser precisos con el lenguaje y poner el adjetivo que falta: masculino. Aunque bien pensado, sabemos que gramaticalmente los géneros no discuten, sino que se coordinan, concuerdan y se reparten el espacio gramatical sin ningún problema. Así que habría que reformular la apelación hacia algo así como violencia de sexo masculino, o de sexo varón, o de sexo hombre. Ya no sé. En cuanto me salgo de la poca gramática que sé, ya me pierdo.

Después hemos comido con la guerra de Irak, que no para de advertirnos que la raza humana es la menos humana de las razas. El postre lo hemos tomado con las imágenes de un alijo de uranio empobrecido que, alegrémonos, éste no ha caído en manos de las FARC. Claro, para robar algo pobre no se van a ensuciar las manos, digo yo.

Para merendar, he acabado de leer El pecho, de Philip Roth. Un paraíso de locuacidad sencillamente serena y natural, como la vida misma. Metamorfosis kafkiana mezclada con el humor sexual más trascendente. No todo es televisión en mi vida. De vez en cuando la tengo apagada.

Y por la noche, cena de gala con la composición de las mesas del Congreso, que digo yo también, que al fin y al cabo no dejarán de ser mesas de cuatro patas. Pero todos se empeñan en buscarles cinco, aunque nadie reconoce haber visto ninguna con más de dos pares.

En fin, que antes de ir a la cama, paso por el aseo para lavarme los dientes y demás actividades. Me miro al espejo y pienso que la vida sólo es una y doy gracias porque en esta vida, puedo verme reflejado, como me estoy viendo ahora, en unos ojos de mujer, y puedo gozar de su sonrisa, como estrella que brilla noche y día. Y doy gracias de que todavía pueda discernir entre un conjunto de lavabo y water, y una celda-discoteca; aunque he llegado a dudarlo. Y para los incrédulos, no dejéis de visitar la muestra que encabeza la página -o que pensaba encabezar porque la tecnología me lo impide. Publico y otro día lo arreglo-. Tengo la dirección.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin entender de gramáticas, creo, que más que un problema de géneros ,es un problema de números, de lenguaje matemático, de geométrias que permitan ver , a tiempo, los dos lados en el espejo e integrarlos en espacios compartidos.
Dejemos de busacar el “rabo”por cojones y saquemos pecho .
Un masculino abrazo compa, acompañado de femeninas sonrisas.

Anónimo dijo...

La mayoría aquí somos más afortunados de lo que creemos, cierto. A veces hace falta que alguien nos lo recuerde. Gracias.

R.P.M. dijo...

Tienes razón Paula. Pecho y adelante. En el espejo hay que mirarse poco, más bien hay que atravesarlo. A ver si puedo colgar las fotos que prometía, estoy esta semana de inicio un poco liado.
Bienvenida Cristina. Este foro se está llenando de voces de mujer que es un primor. Gracias a las dos por la lectura.

Carla dijo...

Tinc un amic mosso d'esquadra que m'explica que el que surt per la tele només és la punta de l'iceberg. Gran part de les sortides que fa és per violència domèstica. Sobre la guerra d'Irak... no cal fer comentaris, la realitat parla per sí mateixa...
És un privilegi llevar-se cada matí i veure els nostres problemes com a problemes, però també veure la nostra vida viva. Gràcies per la reflexió, com sempre en tu plena de grandíssima sensibilitat.