Por Rubén García Cebollero
Barcelona palpitó el jueves con Laura Fernandez-Mcgregor Maza. La poesía elegante, señorial y auténtica llegó desde México con el arte visceral de la belleza, la humildad y el gusto de la mirada magnética de Laura. Su voz resonó como el acordeón de un corrido, la embriaguez del tequila y la electricidad de una ranchera en los labios de Isabel Pinar Roa, cuya interpretación palpitará tatuada en el corazón de los asistentes.
Las voces poéticas de Jose Antonio Arcediano, Iago de Balanzó, Jose Jorge Prado y Eduardo Luis Feher arroparon magnificas a Laura. El excelso nivel de la presentación se debe a la constante, responsable y abnegada labor de Marcenia Baqués, quien agradeció, en la Libería General de Arte Martínez Pérez, la colaboración del Consulado General de México, el Museo Chincolo de México, o la AEN entre otras instituciones.
La voz poética de Laura se alzó con la elevada profundidad de Sor Juana Inés de la Cruz, quien decía que entre el llanto que el dolor vertía/ el corazón deshecho destilaba (..) y en líquido humor viste y tocaste/ mi corazón deshecho entre tus manos. Imposible saber qué destibalan cuerpos, mentes y corazones de tan ilustres personalidades ante el justo, preciso y merecido evento. La grandeza se muestra en la humildad y Laura brinda al lector la exquisita sensibilidad de su criterio, y como el gran Jaime Sabines no se esconde tras una máscara y se arriesga a mostrar, compartir y cantar que la poesía es emoción.
Así en los versos inéditos como en los publicados defiende a la mujer, el derecho de madres, hermanas, esposas normales a ser bendecidas por el sexo. Como diría la también mexicana Lina Zerón, en Consagración de la piel, Benditas las hembras con fracturas y fragmentos/ Benditas Nosotras, matriz del universo.
Laura consagra la poética de la efervescencia, el amor sexual más allá de la dimensión corporal como un derecho placentero de la mujer, de toda mujer, de todas las mujeres al margen de los cánones estéticos que intentan imponer sueños y negar realidades. Bendito erotismo. A los hombres nos gustan las mujeres de carne y hueso. Sabemos que la belleza brota en la mirada.
La fuerza decisiva de la poesía de Laura radica en su elegancia, en su desnuda reflexión, exposición y reivindicación de la sensibilidad. La poesía efervescente de Laura conduce al estremecimiento, la comunión y el goce sensorial de lo tangible. Nos invita a conocer, reconocer y descubrir el tiempo eterno en las palabras que nos dan sentido: amor, pasión, deseo.
Más allá del orgasmo evoca el pálpito sereno de la lucidez, dispuesta a dar cuerpo, alma y luz con su intensa, enérgica y vital voz. La poesía de Laura tiene el carácter telúrico del volcán, la claridad estimulante de las nubes, y una poderosa presencia que descansa en su esencialidad, concreta como el fuego, el aire, el agua o la madera. Laura no escribe poesía, Laura la besa para que no muramos de amor, como Sabines, y muramos de ella. Y vivamos por ella bajo la lava del volcán, que el deseo aroma con el calor de los sentidos y la pasión y pensamiento de sus perlas.
Por fortuna, nos queda la magia de Madrid.
¿Te dejarás besar?
Las voces poéticas de Jose Antonio Arcediano, Iago de Balanzó, Jose Jorge Prado y Eduardo Luis Feher arroparon magnificas a Laura. El excelso nivel de la presentación se debe a la constante, responsable y abnegada labor de Marcenia Baqués, quien agradeció, en la Libería General de Arte Martínez Pérez, la colaboración del Consulado General de México, el Museo Chincolo de México, o la AEN entre otras instituciones.
La voz poética de Laura se alzó con la elevada profundidad de Sor Juana Inés de la Cruz, quien decía que entre el llanto que el dolor vertía/ el corazón deshecho destilaba (..) y en líquido humor viste y tocaste/ mi corazón deshecho entre tus manos. Imposible saber qué destibalan cuerpos, mentes y corazones de tan ilustres personalidades ante el justo, preciso y merecido evento. La grandeza se muestra en la humildad y Laura brinda al lector la exquisita sensibilidad de su criterio, y como el gran Jaime Sabines no se esconde tras una máscara y se arriesga a mostrar, compartir y cantar que la poesía es emoción.
Así en los versos inéditos como en los publicados defiende a la mujer, el derecho de madres, hermanas, esposas normales a ser bendecidas por el sexo. Como diría la también mexicana Lina Zerón, en Consagración de la piel, Benditas las hembras con fracturas y fragmentos/ Benditas Nosotras, matriz del universo.
Laura consagra la poética de la efervescencia, el amor sexual más allá de la dimensión corporal como un derecho placentero de la mujer, de toda mujer, de todas las mujeres al margen de los cánones estéticos que intentan imponer sueños y negar realidades. Bendito erotismo. A los hombres nos gustan las mujeres de carne y hueso. Sabemos que la belleza brota en la mirada.
La fuerza decisiva de la poesía de Laura radica en su elegancia, en su desnuda reflexión, exposición y reivindicación de la sensibilidad. La poesía efervescente de Laura conduce al estremecimiento, la comunión y el goce sensorial de lo tangible. Nos invita a conocer, reconocer y descubrir el tiempo eterno en las palabras que nos dan sentido: amor, pasión, deseo.
Más allá del orgasmo evoca el pálpito sereno de la lucidez, dispuesta a dar cuerpo, alma y luz con su intensa, enérgica y vital voz. La poesía de Laura tiene el carácter telúrico del volcán, la claridad estimulante de las nubes, y una poderosa presencia que descansa en su esencialidad, concreta como el fuego, el aire, el agua o la madera. Laura no escribe poesía, Laura la besa para que no muramos de amor, como Sabines, y muramos de ella. Y vivamos por ella bajo la lava del volcán, que el deseo aroma con el calor de los sentidos y la pasión y pensamiento de sus perlas.
Por fortuna, nos queda la magia de Madrid.
¿Te dejarás besar?
3 comentarios:
Con una presentación tan sugerente, mi repuesta es Siiiiiiiii, seguro que, la prueba de la rana , da positiva y me preño de poesía .Hablaremos de Madrid compa, con fondo de Sabina y letras de Sabine.
Gracias, hoy, especialmente, ha sido un placer compartir tus impresiones.!Menudo comentario!.
Un abrazo Paula
PD)Persevero en el balcón je,je.
Je,je... y eso que esta vez he vuelto a aparecer sin videopoema... creo que las palabras por la presentación lo merecían... y claro, la semana que viene es probable que "pongamos que hablo de Madrid"...
Cuidado con los besos... que en tu caso, serías tú quien preñase de poesía a media humanidad;)
Sé nota en las palabras....
Me quedo con que la belleza brota en la mirada, que a los hombres nos gustan las mujeres de carne y hueso, lo de bendito erotismo, lo de amor, pasión, deseo y me quedo con las ganas de leer a Laura; pero por poco tiempo. Precioso comentario originado por la evocación de un gran momento.
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