Insomnio

Por Raquel Casas

Todos duermen y descansan. Todos duermen a pesar de este calor horrible. Duerme el vecino, el perro, el vendedor de tabaco, la enferma, el suicida, los niños, tu sonrisa, la gata, la madre, el hermano, la calle, las ventanas, el viejo, la estúpida, los números, el invierno, los deseos, sus versos, la fotografía, el faro, el cine, el coleccionista, la falsa moneda, los amantes, los recuerdos, el puente, los coches, los libros, el anillo, los cuchillos, su perfume, el corazón de látex, el rayo verde, Garcilaso, Amarilis, tus zapatos, el pequeño pony, el desierto, los pasajeros, las flores, el bar, los colores, el uniforme, los álamos, tu casa, los héroes, la música, las olas, el infinito, el pintalabios, los gritos, tu blusa, la ciudad. El último hombre.
Hoy hasta el cielo duerme y yo me espero, despierta, con los ojos llenos de arena. Esperaré mucho más tiempo de cara al mar pues no me canso, no me hundo, soy la espectadora.
Sin embargo, de vez en cuando pienso que no es justo esperar sola. ¡Malditos!, todo duerme. Pero no escupiré sobre vuestros nombres.

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