El camino se va llenando de tantas sonrisas a medias que nunca se llega a soltar uno el pelo y reír de verdad
Y ya está bien de que nos cuenten milongas. La felicidad perfecta no existe, porque entonces sería matemática pura. La felicidad es un estado que viene y se va. Hay quien sabe retenerla lo suficiente como para notar que ha pasado y hay quien no se atreve siquiera a tocarla.
Y sobre todo, hay gente como los metales, conductores de alegría; y los hay corcho puro, madera de alcornoque, no conductores.
Yo no pediré a los Reyes Magos este año salud. Hombre, les diré que no se pasen tampoco por no pedírsela, no vaya a ser que me manden un cólico miserere de esos de antes. Les voy a pedir salud para un amigo que tengo. Metal puro. Hierro macizo. Y que le hagan entrar unas ganas desenfrenadas de verme. Las cervezas las pongo yo.
Y ya está bien de que nos cuenten milongas. La felicidad perfecta no existe, porque entonces sería matemática pura. La felicidad es un estado que viene y se va. Hay quien sabe retenerla lo suficiente como para notar que ha pasado y hay quien no se atreve siquiera a tocarla.
Y sobre todo, hay gente como los metales, conductores de alegría; y los hay corcho puro, madera de alcornoque, no conductores.
Yo no pediré a los Reyes Magos este año salud. Hombre, les diré que no se pasen tampoco por no pedírsela, no vaya a ser que me manden un cólico miserere de esos de antes. Les voy a pedir salud para un amigo que tengo. Metal puro. Hierro macizo. Y que le hagan entrar unas ganas desenfrenadas de verme. Las cervezas las pongo yo.
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