martes, 14 de octubre de 2008

CONFERENCIA

Por Carlos Rull

El conferenciante ajusta el micrófono a su altura, observa al auditorio y saluda a un par de conocidos de la primera fila. Mientras sirve agua en su vaso, el presentador inicia la tópica lista de méritos, títulos y publicaciones del protagonista del evento. Entre el público, estudiantes, expertos y aficionados preparan sus libretas y cuadernos para apuntar las siempre acertadas reflexiones del gran maestro. Hace meses que muchos de ellos esperan este día para admirar el verbo ágil y el innovador pensamiento de su idolatrad
o autor. La presentación acaba y se cede la palabra al hombre que acaba de beber agua. Se acerca ceremoniosamente hasta el micrófono y da inicio a la conferencia.
- Mierda – dice. No lo ha gritado. No lo ha susurrado. No lo ha pronunciado con una entonación especial o una musicalidad elaborada. Lo ha dicho neutramente, llanamente, casi monótonamente, incluso con aburrimiento.
Aparta su rostro del micrófono y apoyándose con gesto de desafío y autoridad en el respaldo, bebe agua de nuevo, y se incorpora. El auditorio estalla en un aplauso incontenible de admiración y respeto mientas el venerado experto desciende de la tribuna. El presentador da el acto por finalizado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El agua que no falte da vidilla je,je,respecto a la mierda,adjunto la enviada tesis de una experta:
Un hombre estaba sentado en el avión al lado de una niña.
El hombre la miró y le dijo: 'Charlemos. He oído decir que los vuelos parecen menos
largos si uno conversa con la persona que tiene al lado'.
La niña, que acababa de abrir un libro para ponerse a leer, lo cerró
lentamente y dijo con voz suave:'¿Sobre qué le gustaría conversar?' 'Pues no sé', dijo el hombre. '¿Qué tal física nuclear?' y mostró una gran sonrisa.
'Bueno', dijo ella. 'Ese parece ser un tema interesante. Pero déjeme hacerle una pregunta primero. Un caballo, una vaca y un venado comen lo mismo : hierba. Pero el excremento del venado es como bolitas pequeñas, el de la vaca es una plasta y el del caballo parecen pelotas de pasto seco. ¿a qué cree Vd. que se deben estas diferencias?'
El hombre, visiblemente sorprendido, lo pensó un momento
luego dijo: 'Hmmm,no tengo ni idea'.
A lo cual la delicada y dulce niña contesta: '¿De verdad se siente Vd. cualificado para discutir sobre física nuclear, cuando no sabe ni una mierda?.
Mierda!!!,que largo me ha quedado.
Abrazo.Paula

Unknown dijo...

¡Genial, compi! Tú sí que sabes arrancar una sonrisa y alegrar el día. A ver cuando te animas a hacerlo en el blog... y no sólo en los comentarios, que ya tardas.

Unknown dijo...

Me sumo a lo dicho: eres un as, Paula, y te tienes que animar a escribir en el blog. Y bueno, Carlos, qué quieres que te diga: una mierda tío.