miércoles, 2 de septiembre de 2009

¡¡¡¡Alegría!!!!

Por José G. Obrero

No volveré a esquivarte.
Escribiré tu nombre
con letras adhesivas
para cubrir fachadas
y transeúntes.
¿Por qué negarte
cuándo escribo?
¿Por qué tanta canción
llenando tanatorios?
Hablaré de tu nombre
cada vez que me invadas
con tu pequeño ejército
de sonrisas azules.
Cada vez que la lluvia
descargue sobre mí
su tango de cristales.
Cada vez que me besen
tus semillas de amianto.
Te cantaré en mi cuarto
asomado al espejo.
Retirando los restos
de una cena de luces.
Buceando en la copa
de un escote que tiembla.
Me mojaré por ti
y arañarán mis zarpas
las caras de la muerte.

12 comentarios:

Dr. Flasche dijo...

¿amianto? ¿amianto?

"Se ha determinado por los organismos médicos internacionales que los productos relacionados con el asbesto/amianto provocan cáncer con una elevada mortalidad y por ello, desde hace décadas, se ha prohibido su uso en todos los países desarrollados, aunque se continúa utilizando en algunos países en vías de desarrollo."

¿Qué clase de cancer es la alegría? ¿Hacia que muerte conduce?

Beatriz dijo...

Bueno, José, lamento decirte que los escotes, como las mujeres, la luna y algún otro término con género (gramatical) femenino, aunque tiemblen son esquivos por naturaleza, probablemente sea también el caso de la alegría. Pero si tú estás dispuesto a tirarte a la piscina y a mojarte, con esa lluvia de la del mes pasado, no ésta de agujas de cristal con tango como banda sonora, pues ánimo; tal vez tengas suerte y todo, y la alcances antes de que te alcance a ti el desánimo, o la desgracia. A mí lo cierto es que 'alegría' me suena a paparruchada barata, además de a nombre de una colonia muy muy andaluza, por cierto. Esto de los periplos estivales es lo que tiene: que a veces se te va la olla. Pero tú busca, busca, que al igual la diosa Fortuna te concede el privilegio. O estás hablando de una actitud 'filosófica'? -ya sabes, el pesimismo vs. el optimismo. Bueno, ya me lo aclararás cuando estés de regreso;-)

José García Obrero dijo...

Amianto, alegría, son dos palabras que empiezan por A. Por A de "a ver cuanto te dura". Sí, a mi también me suena a paparruchada querida Ester, así sin más, ni siquiera tiene perfume y si lo tuviera no sería andaluz, sería el perfume de la lava seca.
En efecto se trata de una actitud filosófica sobre todo en poesía. Me di cuenta de que nunca le había dedicado un poema a pesar de que el sentimiento lo he tenido miles de veces. Pero tienes razón, le voy a cambiar el título. Abrazos.

Beatriz dijo...

José, pero tú no estás de periplo? O el periplo es sólo interior?

Ah no, hombre, no le cambies el título! Si se lo cambias no se entenderá el poema!

Sí, ya me imaginaba que la cosa iba por la actitud más que por lo otro. A mí me ha gustado, aunque me parece que en el fondo, estás diciendo que ya no el sentimiento sino también la actitud es una paparruchada, no? Con tanto vocablo como tanatorio, cena de luces y asomándose al espejo -uy, uy, qué miedo! Después de al vacío, es lo peor que hay- pues eso, que en el fondo quieres pero no puedes. Es eso? Vamos, que quieres querer, como decía Sabina, pero que no lo consigues.

Pues nada, a ver cuánto te dura la A de 'alegría', 'amor', 'abrazo', 'amianto', 'anacoreta', 'alucinación', 'aspejismo', etc. Ya me lo dirás.

Besazo;-)

PS. Lava seca, qué bonito!!!

Beatriz dijo...

Tío, que ya le has cambiado el nombre!!! Qué rapidez! Pero a mí 1 no me sugiere nada -a menos que no sea el primer elemento de una serie. Vas a hacer una serie de poemas 'filosóficos'?

;-)

José García Obrero dijo...

Ester, estaba de periplo pero volví ayer.
Sí, esto sería para hablarlo en Vilanova con una cañita delante. La bipolaridad entendida como el subidón-bajón, es una vieja amiga. Uno, como decía Cernuda, quisiera ser el hombre común de alma letárgica que extrae de la moneda beneficio, deja semilla en la mujer legítima, etc. Uno quiere ser un creyente, un recién nacido. Uno, entre el equipaje desordenado, tiene ropa revuelta y la certeza de que vale la pena vivir ignorando la mierda aunque la esté pisando y oliendo, para eso lo mejor es levantar la mirada, no demasiado, basta con hacerlo a la altura de los hombres. Mi abuelo decía siempre: "la vida es amable" y yo añado: y además se acaba. Hoy estoy en "uno de esos días": menstruación psicológica, por las axilas.
Un abrazo.

José García Obrero dijo...

Pd. Cuando digo "hombres" me refiero al ser humano, no a los tíos. Es más corrijo: levantar la mirada a la altura de las mujeres. Qué narices.

Beatriz dijo...

Jaja, vas a ser bipolar? Uy, eso también me da miedo, tengo malas experiencias con bipolares -y esta vez hablo literalmente, jeje!

Me temo que no he leído a Cernuda. Me lo apunto. A mí me pasa que debo ser bastante bipolar también, y voy a saltos, no sé encontrar el punto medio -o sea, la altura al nivel de los hombres, y esta vez también literalmente, con género, no génerico. Claro que la altura es diferente si miras a un hombre y si miras a una mujer. Entre otras cosas, porque la estatura media varía inter-género -buf, qué científico suena esto! Entre otras cosas, jaja!

La vida es amable? Buf, buf, buf. La voy a dejar en blanco, más que nada para no teñirlo todo de negro. Tal vez, tal vez, depende, de qué depende. Y tu abuelo fue de los que lucharon rojo en la guerra, no? Bueno, quizá por eso. Desde luego, se acaba. Lo dices como consuelo? O como agravante?

Jajaja, bienvenido al club de las menstruantes: entre el síndrome pre-, el de durante propiamente, y el post-, y si le restamos tiempo de embarazos, de puerperio, cuarentenas, tiempos de 'peligro', de climaterio, de menopausia, pregunto: qué queda para cruzarse, aunque fuera accidentalmente, con la Alegría?

Besazo;-)

PS. Vas a dejarle el título 1 al poema? Nos vas a explicar por qué?

Beatriz dijo...

Oye, que me olvidaba decirte que Vilanova está a tiro de piedra con el AVE. Y ya sabes que el Nostàlgic nos espera, jaja! Bueno, lo cierto es que nunca lo he visto abierto, pero debe funcionar. No sé si se deberá al nombre, jaja!
;-)

R.P.M. dijo...

Me pierdo tantas cosas con este tiempo que he dejado de entrar en el blog, pero en fin. Como he llegado a ver el título original, voy a proponer que se mantenga. La alegría no es un estado, es una actitud que tampoco es exactamente optimismo, sino la facilidad con la que somos capaces de hacer surgir esa sensación -alegría- y extenderla por el cuerpo aunque fuera de él estén cayendo chuzos de punta. Y a menudo, no tiene nada que ver con la sonrisa. En fin, que eres un crack José con un título o con otro, pero de palabra poética tienes un rato.

Beatriz dijo...

Jaja, José, felicidades por la deliberación y el desiderátum.

Besazo;-)

José García Obrero dijo...

Gracias Rufino, lo has explicado a la perfección hasta el punto de que me he aclarado las ideas y el título. Un abrazo (me alegro de verte de nuevo por aquí).
(Ester a ti ya no te digo nada por aquello de la confianza. Un abrazo).