miércoles, 17 de febrero de 2010

Silencio

Por José G. Obrero

Con la luz esparciendo su danza en los visillos,
motas que suben, bajan, entran por tu nariz
se duermen en tu boca. Soy yo y no me ves
ni sientes como crezco al compás del silencio.
No hay nada más: partículas. Se expanden
y a veces son planetas y todo lo dominan
pero es breve ese tránsito y vuelven al origen .
Partículas que buscan su hueco en las rendijas
se ocultan tras los marcos, en el pie de la lámpara.
Y ya no hay vuelta, ya no hay cuenta atrás,
no hay vuelta atrás, cuenta de hojas. Silencio.
Silencio en este espacio que todo lo domina.


.

12 comentarios:

Beatriz dijo...

El oficio de vivir es muy cansado... y muy silencioso. Digo yo que las partículas subatómicas, como las estrellas -que aun enamoradas, han de separarse-, piensan lo mismo. No sé si eso sirve de consuelo. Pero bueno, piensa que al menos hay quien te lee. Que tampoco sé si sirve de consuelo. Para el oficio de vivir probablemente no. Pero tal vez para el ego, ayuda un poquitito.

Ala, chavalote, llueve por el sur? Por aquí SÍÍÍÍÍ!!! De pasada oí ayer resonando en la caja tonta que ha sido -en Catalunya?- el mes de enero más lluvioso en los últimos cuarenta y pico años. It's a sign!!! No sé de qué -si es que no sé nada!!!- pero it's a sign!!! Del cambio climático. O de la falacia del argumento del cambio climático. O ni lo uno ni lo otro.

ps. Te leo desde el quicio de mi puerta, posada y diminuta entre el marco y la bisagra. Muax;-)

José García Obrero dijo...

Gracias Ester. Como siempre captándome (¿has escuchado Confutatis del Requiem de Mozart? La pieza va ralentizándose porque, dicen los entendidos, Mozart quería retratar la disolución de la materia y la suspensión de la ceniza en la nada. Tenía esto en la cabeza).

Llueve y no es púrpura la lluvia. Es una lluvia cansina. Llueve y cala en el estado de ánimo. No sé cuánto tiempo llevamos ya con esto pero la gente no está acostumbrada y es el tema de conversación casi obsesivo. Creo que cuando llegue el buen tiempo va a ser catártico.

Me encanta la manera de leerme, suena a copla pasional.

Un besazo.

Beatriz dijo...

No tengo el tal Confutatis presente, pero el Requiem, quia!, es la tonadilla de mi móvil -jaja, no me tomes literalmente!!!

Uau, a copla pasional! A tango: tan sensual y tan triste a la vez. La tristeza de los átomos virando incansables y absurdos sin llegar nunca a tocarse. Sólo los electrones, que saltan de orbital y generan híbridos llamados iones, y entonces... ah entonces! Entonces viene el tango. Entonces las moléculas. Entonces los tríos, los cuernos. Y luego el reposo y la tristeza postcoital para volver a empezar!!! Lo que digo: it's a sign! A mí me da a la lengua. Y a los rizos!!! Muax bis;-)

José García Obrero dijo...

Qué maravilla Google, la de cosas que encuentras en fracciones de segundos. Letra de Confutatis:

Rechazados ya los malditos,
y entregados a las crueles llamas,
llámame con los benditos.
Suplicante y humilde te ruego,
con el corazón casi hecho ceniza,
apiádate de mi última hora.

(Me quedo con "el corazón casi hecho ceniza" pero sin el "casi").

¿De dónde sacas ese conocimiento de física cuántica? Partículas subatómicas porteñas, platerenses. Partículas subátomicas apoyadas en el quicio de la Mancebía. Partículas subatómicas heridas por el fado de una portuguesa en un pegajoso mostrador de Lisboa.
Y las proteínas construyendo la memoria de todo ello para que el corazón se vaya llenando poco a poco de ceniza.

Pero vale la pena si lo pones en una balanza con unidades de medidas imaginarias: las sistolinas.

Besos.

Beatriz dijo...

Gracias por el Confutatis, wapuuuu!

Física cuántica? Quia! Es la física que estudié en el BUP y el COU, que yo strictu sensu soy de ciencias. O mejor, strictu sensu soy de letras pero los diversos azares me jugaron pasadas extrañas en vidas anteriores.

Y tú, de dónde te viene esa capacidad para teñir los crudos datos y los ángulos rectos con esa inconfudible pátina de poética? Fados! Lisboa! Platerenses! Las sistolinas!

Habrá que creer que el fiel de la balanza sabe lo que se dice, habrá que creerlo. Y que el nombre no le es gratuito.

Muax;-)

Carso dijo...

en cambio a mí la referencia que me ha venido a la memoria es la de un JRJ en el más ingenuo de sus textos, Platero y yo. un fragmento en que el autor se refería a la luz filtrada entre los resquicios de una cabaña dibujando monedas de oro entre las que bailaban las partículas de polvo. o de silencio, añadiría yo después de leerte.

José García Obrero dijo...

Querido Óscar:

Como últimamente estoy de un pedante muy subido, respondo a tu JRJ (coincido contigo) con este fragmento de poema de Roque Dalton:

Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
desde la oscura tierra vendría por tu voz.

Está más relacionado con este tipo de silencio (que también he ganado y también he amado y también tengo mucho, mucho sueño).

Un abrazo.

Mercè Mestre dijo...

Pura poesia visual, pintura impressionista. Però no, molt més: has aconseguit fotografiar la teva ànima sense que se n'adonés.

José García Obrero dijo...

¿Sabes qué? Lo voy a poner entero porque es muy bueno.

ROQUE DALTON
ALTA HORA DE LA NOCHE.

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
Porque se detendría la muerte y el reposo
Tu voz que es la campana de los cinco sentidos
Sería el tenue faro buscado por mi niebla
Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta
No dejes que tus labios lleven mis once letras
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
Desde la oscura tierra vendría por tu voz
No pronuncies mi nombre
No pronuncies mi nombre
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre

Unknown dijo...

"[...]y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.", Paz dixit. En el silencio flotan juguetonas, oscuras, profundas, las partículas de esa extraña intuición que inspiran versos como los tuyos, José. Menudo destello entre la lluvia y el sueño.

Montllanes dijo...

José, ¿tanto sueño tienes? espero que no sea como el "Sueño profundo" de Banana Yoshimoto que lleva a su protagonista a enfrentarse a una soledad que la lleva a la inmovilidad. Aunque ya veo que en tu poema no hay inmovilidad, sino todo lo contrario. Aquí van unas líneas de su libro "... fui incapaz de abrir los ojos... A pesar de tener la conciencia clara, me era imposible levantarme.. Yo tenía demasiado sueño... Mi enemigo era sin duda yo misma... El sopor me iba inmovilizando, ... Estaba todo tremendamente silencioso.... Me daba pánico volver a mi habitación. Seguro que volvía a dormirme...la lluvia se transformó en nieve y ésta empezó a amontonarse en silencio".
Estoy de acuerdo con Mercè, mientras leía tu poema veía esas particulas desplazarse muy lentamente.

Un beso,
Antonia

José García Obrero dijo...

Antonia, en realidad conviven varias velocidades. Hoy, con la lluvia, frío y con un catarro que he cogido me está dominando la parálisis de Yoshimoto. Pero los andaluces somos muy bipolares y aunque sea por una cuestión cultural no concebimos quedarnos demasiado quietos ni demasiado tristes. A veces eso salva, obliga como un mecanismo automático, un resorte o el diferencial que cae. Su oscuridad su luz son bellezas iguales.

Petons a tothom i bona nit.