Lo conocí personalmente durante mi vida en Murcia. Y se convirtió en un mito para mi. Es el único superviviente de la generación del 27. Me quedaba enbobado con sus anécdotas sobre Altolaguirre, Alberti o Gerardo Diego (con el que compartió una entrañable amistad, según nos explicaba) el cual escribió de él este artículo en el ABC(1967):
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1967/10/22/003.html
Aún vive y sigue escribiendo poemas. Todavía mantenemos el contacto y puedo jactarme de contar con su amistad. Hace un par de meses ganó el último de la infinidad de premios que ha ganado a lo largo de su carrera poética. Fue y es humilde, autodidacta, y, según sus propias palabras, no estuvo en la cresta de la ola porque se negó a “comulgar con los dioses”. Su obra es extensísima y, por desgracia, muy desconocida para muchos (aunque no para los “dioses”). Pero para todo aquel que la descubre, emerge como un feliz descubrimiento, una palabra prodigiosa, un verso inigualable.
Quería compartir con todos ustedes a, sino el único, sí el poeta que más me ha llegado al alma e inspirado, tanto como persona, como escritor. Su nombre es Salustiano Masó (1923), actualmente vive en Madrid. Este es mi pequeño homenaje por tanta sabiduría que él me ha transmitido a lo largo de tantos años y versos.
Aquí os dejo uno de sus primeros poemas que leí y más abajo un par de enlaces por si alguien quiere saber algo más de esta maravillosa persona o de este impresionante poeta:
ATANDO CABOS
Se me han llevado el tiempo que era mío,
la flauta que convocaba mi séquito de sombras.
Vedme solo, roto fuste si bóveda, solo y
desentrañado,
atando cabos en descabaladas figuraciones,
atando cabos en la noche de apretados corpúsculos
de llanto.
Alzo al cielo la frente acribillada de números
y se me cruza un ángel igual que una cerilla ante el
ojo de un muerto.
Vedme solo, tromba de sangre oscura, pirámide de
polvo.
Solo ante el determinismo y la boca del túnel.
Solo en el parque donde el otoño se suicida,
enn las gradas del mar, en el quirófano de las
amputaciones trascendentales.
Solo en la perfecta objetividad del estar solo.
Mirad. Dan preferencia de paso a mi cadáver. Me
coronan emperador de los museos de cera.
Eso es el mundo, hijo, dice la tierra con una mueca
de madre viciosa y perversa.
Así ha de ser, así ha de ser, repiten a coro con
estupidez de computadora los sistemas galácticos.
El tiempo que era tuyo, la flauta que era tuya se te
han llevado.
Mas tú sigues, diminuto y absurdo, atando cabos,
atando cabos,
tal una araña sentenciada al fuego con su preciada
fantasmagoría de hilos,
porque quién sabe, porque nada está escrito sino lo
que tú escribes, escriben, escribimos, escribo.
(del libro “Pentagramas sin pájaros”. El Bardo. BARCELONA. 1973)
Os dejo un par de enlaces:
3 comentarios:
Per a mi ha estat un autèntic descobriment aquest poeta, Sergi. Té l'esperit i la força d'un Miguel Hernández, d'un Vicent Andrés Estellés. De debò que s'hauria de difondre més la seva poesia, és un pecat que es perdi en l'oblit.
Gràcies, gràcies, gràcies!
Vaya pedazo de poema desgarrador y dolorosamente sincero. Qué imagenes más duras. Me ha encantado. No había oido hablar de él. Agradecido, Sergio.
Un abrazo.
Celebro y comparto vuestro entusiasmo. Salustiano Masó es uno de los mejores poetas que tenemos, y por desgracia, de los más injustamente desconocidos. Os doy las gracias, también de su parte, por leerle.
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