Acudí la otra noche al recital.
Él era un chico joven
de aspecto extravagante.
Gesticulaba mucho con sus brazos,
escupía palabras
y vomitaba quejas
hacia toda la clase de políticos.
Reivindicaba lucha y libertad.
La coreografía
terminó bruscamente
con un suicidio sobre el escenario
adornado de luces
y mucha pirotecnia.
Salió en todos los medios.
Se hizo famoso en unos cuantos días.
Creo que se llamaba Juan Eduardo.
No recuerdo ni uno de sus versos
.
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