jueves, 25 de noviembre de 2010

Sujeto elíptico


Por Raquel Casas
El otro día por fin terminé de repasar los distintos tipos de sujetos con los alumnos de 3º de ESO. Era un simple repaso antes de empezar con el análisis en árbol, pero me di cuenta de que habían olvidado todo o casi todo lo que habían aprendido anteriormente de sintaxis. Buf, tuve que repasar todos los complementos también. En la última clase hicimos muchos ejercicios prácticos para identificar los sujetos, explícitos, elípticos, impersonales… Es fácil; todos, o casi todos, lo resolvían sin problema. Al final de la clase les devolví unos ejercicios de la semana anterior, las notas eran malas, para la mayoría, así que empecé con el sermón-bronca de cada semana. Uno de los alumnos levantó el brazo y me dijo que había hecho todos los ejercicios, todos los deberes, que lo entendía muy bien y que no podía tener una mala nota. Para tranquilizarlo antes de darle su nota, y para que me dejara continuar le dije que no se preocupara. Entonces el joven suspiró, me miró aliviado y dijo “menos mal, porque si suspendo ¡me da un ataque elíptico!” Me quedé mirándolo, pensando unos segundos en el adjetivo y le corregí: “Quieres decir epiléptico, ¿no? ¡Un ataque epiléptico y NO elíptico!” Toda la clase estalló en risas, yo incluida, que no podía parar de reír y llorar a la vez. El alumno, para no quedar mal, respondió: “Bueno, eso, da igual, por lo menos me ha quedado claro lo de los sujetos, ¿¡eh profe?!” El ataque de risa generalizado se prolongó con esa respuesta y nadie en la clase era capaz de parar. Ay, menos mal que sólo faltaban diez minutos para terminar porque ya no tuve fuerzas para continuar y acabé esa clase como pude, y con dolor de estómago de tantas carcajadas.
Cuando volvía a casa recordé de nuevo la respuesta y me entraron más ganas de reír. Y se me escapó la risa en el autobús y no podía parar, otra vez el ataque fatal. Algunas personas empezaron a mirarme de reojo, otras descaradamente. Pero continué soltando risas como una loca y alguna lágrima. Debía de estar roja y con pinta de ida. En ese momento, ante la imposibilidad de parar, deseé volverme invisible o mejor, mucho mejor, transformarme en un sujeto elíptico.
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4 comentarios:

Laerke Saura dijo...

jajajajajajajajajajajaajajaaaaaaa!!

Doncs la veritat és que jo tampoc me'n recordo molt de tot això...

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Carso dijo...

la gente del autobús debía pensar que se encontraba ante un sujeto etílico.

Raquel Casas dijo...

Jajajajaaaa!!
Seguro porque se me escapaba la risa tonta...

R.P.M. dijo...

Bueno, por lo menos aquel llegó a conocer la diferencia, porque si no en cualquier otro momento podría descubrir que lo peor no es el ataque elíptico, sino epiléptico. Y a lo mejor entonces era tarde para descubrimientos. Tenemos un "personal" que hay que cuidar y mimar Raquel. Que no se pierda la vocación aunque nos bajen el sueldo.