“Planeta Zotespania. Año 3007. En el año galáctico 2992, el progregobierno planetario de Zotespania había promulgado la Ley Obcecada Galáctica de Supresión de la Educación (LOGSE). Dicho decreto de aplicación universal e inmediata, encerraba a todos los zotespanios jóvenes hasta los dieciséis años en barracones y centros de asistencia y vigilancia, a la vez que perseguía y castigaba actividades subversivas y delictivas como la enseñanza, la memorización, la exigencia, la disciplina, el esfuerzo y el aprendizaje. Los equipos docentes, desprovistos por ley de toda autoridad, debían, a partir de entonces, dedicarse exclusivamente al entretenimiento y custodia asistencial de sus discentes, sin pretender enseñar ni exigir. “Una sociedad ignorante es una sociedad más feliz”, “todos iguales... por abajo”, dijeron. Para asegurar la feliz aplicación de su ley y en previsión de posibles rebeliones, el progregobierno creó un temible cuerpo de represión y vigilancia, la Policía Psicopedagógica, más conocida como los “gogos”.
Durante quince años, la LOGSE, reiteradamente corregida y puesta al día, ha barrido casi por completo la educación zotespánica. Estamos en el año 3007. Todo el sistema educativo ha sido ocupado por los temibles gogos. ¿Todo? No, pequeños núcleos de irreductibles padres y docentes resisten aún.
Subrepticios grupúsculos y camufladas células de resistencia, se enfrentan heroicamente a las medidas antieducativas del progregobierno y del carcagobierno que le sustituyó durante unos años. Por las noches, algunos esforzados progenitores, tras bajar todas las persianas y apagar todas las luces, se atreven, en disimulados susurros, a ayudar a sus hijos a hacer los pocos deberes que algunos valientes profesores se atreven a mandar. Durante el día, algunos de estos intrépidos profesores, ocultos entre los entresijos y recovecos del sistema, osan, so pena de ser fulminantemente acusados de prácticas luctuosas y sufrir un irreparable desprestigio, exigir a sus alumnos que aprendan y memoricen alguna cosa. Pequeños grupos de resistentes se reúnen en secretos conciliábulos para maquinar auténticas actividades educativas. Algunos incluso se atreven a proclamar públicamente su disconformidad, arriesgando su carrera y su persona al ostracismo más completo.
Sí, durante años, la osada e indomable resistencia ha tratado bravamente de oponerse a la LOGSE y ha luchado por evitar la desaparición de su cultura. Quince años después, sin embargo, otro progregobierno considera que la LOGSE ha cumplido ya su papel y que la educación pública necesita nuevas medidas para su definitivo desmantelamiento. Se decide, en consecuencia, promulgar una nueva ley que consolida la tarea emprendida en 2992 y refuerza el proceso de aniquilación en las pocas etapas y sectores que aún resistían: se trata de la ominosa Ley de Obsolecimiento de la Educación (LOE), creada ex profeso para la total y absoluta desaparición de todo resto de enseñanza y aprendizaje en la idílica sociedad zotespánica.
La lucha continúa. ¿Podrá la resistencia sobrevivir al nuevo ataque del progregobierno y sus intransigentes gogos? ¿Queda algún resquicio para la esperanza? ¿Se salvará la educación en Zotespania?”
Próximamente: versión cinematográfica en los mejores cines, dirigida por el máximo exponente de la cultura zotespánica: Los Morancos.
El próximo texto, perteneciente a la SEMANA TEMÁTICA DEL CUENTO DE HORROR, lo volverá a escribir el autor habitual de los martes, Carlos Rull.
3 comentarios:
¡Uf! ¡Qué alivio! Suerte que estás hablando de una situación hipotética y que esto es un cuento de terror. Por un momento pensé que estabas criticando el sistema educativo actual.
Només diré una cosa: jajajaja!
Molt divertit, Carles, un relat molt guai.
Te veo un poquito encendido, compa. Pero en el fondo, sé que esto son los pataleos previos a la resistencia con la que preparas el próximo curso. Nos vemos.
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