domingo, 30 de diciembre de 2007

SEPTEMmANÍA

Por Rufino Pérez

Hoy es mi último capítulo en este año. Y algo me venía diciendo durante estos días que tenía que retornar a los orígenes, volver sobre el número 7, estas siete voces -variables- que han sido toda una conversación, todo un discurso de vida que fluye a través de las palabras, a través de los sentimientos que están en ellas.

Sinceramente, lo que empezó como un compromiso de amistad, una aventura en la que no sabía bien qué es lo que podía aportar, ha terminado por ser una seductora universidad donde aprender cada día de lo mucho que estas voces han dejado caer por la ventana virtual.

He aprendido arte, literatura, poesía, filosofía, ironía, sentimiento nacionalista, sensibilidad… y sobre todo, respeto. Ahora que andamos un poco más “sueltos” nos asaltan ideas de mejora y de cambio. Y seguramente, a lo largo del año, introduciremos cambios. Es la propia evolución. Sin embargo, antes de que eso ocurra, me permito sugerir un heptálogo sobre el cual deberían girar todos los cambios y mejoras posibles. Ahí es nada, yo haciendo de legislador. En fin, dicho queda, pecho y adelante.

Heptálogo para una coral indefinida.

  1. Sigamos siendo nosotros mismos.
  2. Escribamos algo todos los días –también sólo para nosotros, no hace falta publicar todo- y leamos mucho más.
  3. No perdamos, en ningún caso, ese punto que nos hace diferentes pero iguales.
  4. Procuremos comer –juntos- más de una vez al año –siete estaría bien-. (admitiendo invitados)
  5. No queramos cambiar el mundo, pero no dejemos de intentarlo.
  6. Hagamos el amor y la guerra –amorosa-.
  7. Y por si fallase alguno de estos principios, éste servirá de refuerzo: no olvidemos nunca nuestra identidad.

Ah, y a los lectores anónimos, que se preparen: sietevoces/setveus ataca de nuevo y más. Nos veremos el año que viene

2 comentarios:

RUGAC dijo...

Bendito sea el heptalogo...

pero en el punto 6 podría acabar siendo el blog una bacanal romana...

propongo recordar a Ivan de alguna manera, a ver si así se anima a volver pronto

ivonia dijo...

Hola:

Buen decálogo. Pero,
no quiero cambiar el mundo.
No tengo recursos para ello ¡Qué bueno que no pueda cambiarlo.

Creo que si el mundo fuera bueno... muy a mi gusto... sería ¡Muy aburrido!

Lo prefiero así, con sus imperfecciones, tropezones, chaqueteos, odios, amigos-enemigos, envidias, etc, etc. Porque eso me hace sentir que estoy viva para ponerme la cota guerrera y sortear los escollos. Ese es el desafío... El gran desafío.

¡Mundo, sigue así, para ser más fuerte...!

IVONIA