Hoy es mi último capítulo en este año. Y algo me venía diciendo durante estos días que tenía que retornar a los orígenes, volver sobre el número 7, estas siete voces -variables- que han sido toda una conversación, todo un discurso de vida que fluye a través de las palabras, a través de los sentimientos que están en ellas.
Heptálogo para una coral indefinida.
- Sigamos siendo nosotros mismos.
- Escribamos algo todos los días –también sólo para nosotros, no hace falta publicar todo- y leamos mucho más.
- No perdamos, en ningún caso, ese punto que nos hace diferentes pero iguales.
- Procuremos comer –juntos- más de una vez al año –siete estaría bien-. (admitiendo invitados)
- No queramos cambiar el mundo, pero no dejemos de intentarlo.
- Hagamos el amor y la guerra –amorosa-.
- Y por si fallase alguno de estos principios, éste servirá de refuerzo: no olvidemos nunca nuestra identidad.
Ah, y a los lectores anónimos, que se preparen: sietevoces/setveus ataca de nuevo y más. Nos veremos el año que viene
2 comentarios:
Bendito sea el heptalogo...
pero en el punto 6 podría acabar siendo el blog una bacanal romana...
propongo recordar a Ivan de alguna manera, a ver si así se anima a volver pronto
Hola:
Buen decálogo. Pero,
no quiero cambiar el mundo.
No tengo recursos para ello ¡Qué bueno que no pueda cambiarlo.
Creo que si el mundo fuera bueno... muy a mi gusto... sería ¡Muy aburrido!
Lo prefiero así, con sus imperfecciones, tropezones, chaqueteos, odios, amigos-enemigos, envidias, etc, etc. Porque eso me hace sentir que estoy viva para ponerme la cota guerrera y sortear los escollos. Ese es el desafío... El gran desafío.
¡Mundo, sigue así, para ser más fuerte...!
IVONIA
Publicar un comentario