Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar:
hace tiempo que he perdido la inocencia,
pero no por ello he dejado de ser un inocente.
Sí, porque, mirad, os contaré:
sigo creyendo que es mejor
llevar una sonrisa en la cara,
aunque hay quien te la puede partir
con sólo mirarla.
Sigo creyendo aún,
que la madre Naturaleza
nos perdonará todas las fechorías
porque al fin y al cabo,
es una madre.
Creo todavía,
en que mi vecino,
que es feo, bajito y rechoncho,
tiene los mismos derechos que yo
a usar el ascensor.
Y bueno, creo
en muchas, muchas más cosas.
Y creo en vosotros
que, como sois tres,
nunca estaréis solos
y que entre tanta miseria,
sois capaces de hacer sonreír.
No os pido regalos,
ni tan siquiera uno.
Tan sólo
quiero saludaros.
Me quedo con mi inocencia
perdida,
pero inocente.
Un abrazo, reyes magos.
2 comentarios:
Queda't amb la teva innocència, Rufino, però sobretot mai no et desprenguis de la teva grandíssima sensibilitat. És un do que la Mare Natura t'ha donat, i ella és més sàvia que ningú.
Espero que hagis passat unes bones festes!
Gracias, Carla. Aprecio tus comentarios entre otras cosas porque siempre tienen ese punto de ánimo generoso que van completando para mi tu imagen de persona muy unida a la naturaleza, a lo natural y emotivo. Una persona sincera. Y eso hoy día, vale mucho. Aggg! Marc, qué sanamente te envidio.
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