domingo, 29 de junio de 2008

Citizens of Spain

Por Rufino Pérez

El profesor entra en clase y dice: “Good morning”. Los alumnos, educados y correctos, contestan: “Good morning”. Hasta ahora, bien. Lo hemos conseguido: están hablando en inglés.
Próxima expresión: “Hello everybody”, sigue diciendo el profesor. “Hi”, contestan ellos. Va bien. Parece el inicio de un concierto en la plaza de las Ventas, pero bien, no pasa nada.

“I am the teacher of Education for Citizenry”, pronuncia la última palabra en un tono dubitativo, porque, cuando preparó la clase, en el diccionario, podía elegir entre ésta y “citizenship”. Y optó por la primera porque sonaba más fuerte y le pareció un signo de autoridad.

Y el más espabilado de la clase, en la medida en que suelen ser espabilados los ciudadanos de 2º de ESO, le pregunta, para congraciarse con el nuevo profesor:”Where are you from, teacher?” Aquello ya le descoloca un poco, entre otras cosas porque la siguiente frase que el profesor tenía preparada era: “Citizenry is a very important thing”, y ahora no sabía si decirla, dejarla para después o pedir al alumno espabilado que repitiera la pregunta para ganar tiempo.

Optó por lo último y el espabilado repitió la pregunta. Y ahora, el profesor ha decidido en este pequeño lapso de tiempo, que él no se va a ver afectado por preguntas esquivas, y suelta la siguiente frase que tenía preparada, pero utilizando antes una de las expresiones favoritas que le han sacado de más de un apuro en las clases de ese curso acelerado de inglés que ha hecho durante el verano:”Oh, yes, you know? Citizenry is a very important thing”.
Y para no ser descortés con el chaval, que ha puesto una cara de desconcierto tremenda, se atreve a construir una frase, que, aunque no estaba en el guión, está seguro de que les va a causar impacto, y de paso, responderá con ella a la pregunta del espabilado, y además, cuadra con el tema central de la clase. Un diez. La situación está salvada. El profesor sonríe: “I am citizen of the world”. Le ha quedado redonda, como la “o” del final, más alargada, tal vez excesivamente alargada, pero bien. Vamos bien.

El espabilado, sin embargo, que también tiene su propio guión, responde con otra frase que tenía preparada: “I am from Spain”, y acto seguido, se dirige a toda la clase y con voz estupenda dice:”España, España...” Y en ese momento, despierta de su letargo la selva africana. La palabra, en su poder de evocación, hace surgir al “citizen” que cada uno lleva dentro y se forma un coro de voces:”España, Villa, illa, illa, guaje, el guaje, Güiza, la flechita, illa, illa, Casillas, el Niño, los Xavis, Iniesta, la fiesta, Cazorla, Puyol, Senna negrito, hazles un golito...” y como por arte de magia, entre el citado vocabulario y cierto griterío en el que sonaban las notas del himno nacional, han aparecido de debajo de las mesas, banderas, camisetas, escudos rojo y gualda, bocinas, en fin; toda una parafernalia que hace dudar al profesor de si ahora es el momento de ponerles la película que traía preparada, “Citizen Kane” o debería cambiarla por la repetición del partido Rusia-España y guardar la otra.

La euforia destada le hace dudar mucho y opta por una llamada directa al ciudadano superior Spring of Blackberry, para consultar acerca de la solución adecuada. Afortunadamente, mientras la tecnología móvil busca contacto, suena el timbre. Todo solucionado. Esto va bien. Hasta la semana que viene.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No comments, my friend. Que god os coja confessed a los valentian teachers. ¿Qué ha pasado con el instituto que se declaró en rebeldía? Aupa los profes, que cobramos menos prima que los de la roja (¡240.ooo por ganar a Alemania!!!! ¡¡Con eso se levantan vario IES!) pero nos la ganamos más.

José García Obrero dijo...

Es increíble que en Valencia se de esta asignatura en inglés como una suerte de rebeldía. En fin, aparte de esto, lo que dice Carles: tenéis el cielo ganado (del infierno mejor no hablemos).