Por Raquel Casas
De madrugada, un hombre se agacha, corta un clavel rojo de un jardín solitario y se lo planta en la solapa. Cierra los ojos un instante antes de regresar a casa para rememorar el arco perfecto que formaban aquellas piernas abiertas.
Calle abajo va pensando que antes de salir el sol todo parece más claro y su cara, una ventana.
Llega al portal, sube rápida y silenciosamente las escaleras y un segundo después de apartar las sábanas para dejar el clavel cautivo en su regazo, le susurra al oído que desafortunadamente los que juegan con hielo también se queman.
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5 comentarios:
per quan la novela ...
Tu sempre inquietant. Los claveles a veces también pinchan. Una abraçada.
Los q juegan con hielo nena son los primeros de la clase cuando hay q quemarse jeje el més fràgil, es veu , acaba sent el més fort hi ha una teoria sobre això crec, por ahi, no escrita , sabiesa popular jejeje
Burlanga...
Una novel·la...Records del Toni per a tots dos!
Els clavells vermells sempre punxen, je!
No conec la teoria Burlanga, molt interessant.
Bon dia!
hola:
Me tienes intrigada es una tierna relacion o algo fugaz....
Para cuando el desenlace..jeje
bichi ( de la classe del burlanga )
Me ha encantado...
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