lunes, 17 de noviembre de 2008

Los tiempos están cambiando

Por Óscar Sotillos


Los tiempos están cambiando. Esa es la frase que unos arqueólogos norteamericanos han descifrado a partir de unos símbolos hallados en Cockermouth, la Atapuerca yanqui. En efecto el paso del tiempo ha sido la primera preocupación del hombre desde el nacimiento de la humanidad. En la rueda de prensa los arqueólogos sorprendieron a propios y extraños cuando respondieron a la típica pregunta de quién fue primero, ¿el huevo o el dinosaurio? El calendario, dijeron.

Después de los colmillos de mamut tallados con representaciones de las fases lunares, Johny Walker enumeró los variados ingenios con los que el hombre había intentado medir el tiempo: el reloj de arena, el de sol, el de cuerda, el calendario lunar, el azteca, el Gregoriano… Fue sonado el intento de un Luis de tantos que reinó en Francia. En pleno ataque racionalista mandó cambiar todos los relojes del país. En lugar de 12 las esferas habrían de contener solamente 10 horas. El fracaso estaba anunciado.

En su sapiencia inmemorial las clases populares lo expresan cada año con la llegada tardía del frío. Preguntado por nuestro corresponsal en Soria, Saturnino Pérez nos aseguró que el invierno ya no es lo que era, sobre todo al lado de la estufa.

El cambio climático amenaza como el virus del año 2000, aquel que habría de acabar con todos los PCs del mundo, pero el primo de Rajoy nos ha dejado tranquilos. Todo es un bulo inventado por los socialistas. Y sin embargo la afirmación del Hombre de Cockermouth puede ser cierta. El Banco Mundial, El G7 y el Corte Inglés han aprobado que la Navidad se celebre en noviembre y se prolongue hasta finales de febrero, momento en el que comenzará la cuesta de enero para que a continuación despierte la primavera con las últimas ofertas en lencería y viajes a Never Moore. Las reacciones no se han hecho esperar y un grupo de meteorólogos indignados se ha manifestado en la Plaza del Sol. Sindicatos y gobierno discutieron a la hora del almuerzo una solución digna para el sector en crisis, y a media tarde los pusieron a la sombra. Efe.

2 comentarios:

R.P.M. dijo...

Lo de ponerlos a la sombra es típico como solución a los problemas. Simpático el texto, Óscar.

Carso dijo...

pos sí, simple solución para almas más que simples. Gracias muchas.
osc