Le gustaba la vida. La descansada vida. Y pidió un deseo. Pasaban los años y vio morir a su padre, cosa normal. A su esposa, tal vez normal. A su hijo, no muy normal. A su nieto, a su biznieto, a sus tataranietos. Ya no tenía amigos. Todos habían muerto. Y pidió otro deseo.
Pasaban los días lentos, lentos... Frente el ordenador –era un anciano moderno- surgió un día una frase: “error en el servidor. Se ha realizado una operación no válida. Este programa tiene que cerrarse” Y se apagó el ordenador. Entonces a él se le encendió una luz y comprendió.
Siguieron pasando los días. El servidor siguió bloqueado eternamente.
Moraleja: toma lo que la vida te da y olvídate del ordenador.
Pasaban los días lentos, lentos... Frente el ordenador –era un anciano moderno- surgió un día una frase: “error en el servidor. Se ha realizado una operación no válida. Este programa tiene que cerrarse” Y se apagó el ordenador. Entonces a él se le encendió una luz y comprendió.
Siguieron pasando los días. El servidor siguió bloqueado eternamente.
Moraleja: toma lo que la vida te da y olvídate del ordenador.
1 comentario:
És curiós, però aquest és el consell que li dono al meu pare des de fa uns dies. L'home s'ha jubilat i ara li ha picat per Internet... En resum, que perd un ou de temps i una mica els nervis també.
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