Por Rubens Molina
Hoy iniciamos una nueva sección que tratará diferentes aspectos de uno de los libros capitales en el desarrollo y formación de la cultura occidental, la Biblia.
EL BUENO DE LOT Y LA PROTOHISTORIA DE LA
TRAGEDIA (¿por qué no?)
Por lo visto, Dios, después de recibir muchas quejas sobre el comportamiento de los habitantes de Sodoma y Gomorra, decidió enviar un par de ángeles para que lo comprobasen y tomasen medidas al respecto (básicamente arrasarlo todo). Primero se dirigieron a Sodoma y a las puertas de la ciudad encontraron a un ocioso Lot que enseguida les ofreció su hospitalidad. Cuando Lot y sus nuevos amigos habían terminado de comer y se disponían a acostarse (no seáis mal pensados), todo el pueblo se congregó frente a la puerta de Lot y le exigió que le entregase a los dos forasteros para que pudieran abusar de ellos. Lot se negó. Les dijo que eso no estaba bonito, que le haría quedar en mal lugar con respecto a sus invitados. Sí les ofreció en cambio a sus dos hijas vírgenes (¡Vírgenes! un auténtico milagro tal y como las gastaban por esos lares), para que con ellas hicieran lo que quisieran. Pero el pueblo rechazó descortésmente su proposición.
Llegados a este punto, los dos ángeles decidieron pasar a la acción. Apiadándose de Lot – el justo -, le explicaron sus planes de destrucción, y le ofrecieron la oportunidad de salvarse, junto con sus allegados, huyendo al monte y con la orden de no mirar atrás.
Lot fue a avisar a los prometidos de sus hijas, pero estos lo tomaron a broma (o quizás estaban picados con él por su falta de delicadeza al ofrecer la virtud de futuras esposas sin haberles consultado). Finalmente se puso en camino con su mujer e hijas y los ángeles empezaron su festival de fuego y azufre. La mujer de Lot se volvió a mirar y se convirtió en estatua de sal. Lot - el viudo - consiguió refugiarse con sus hijas en una aislada cueva de las montañas, pero aquí no acaba la historia.
Mientras Lot lloraba la pérdida de su esposa, las hijas estaban angustiadas pensando en quien las iba a fecundar ahora. Perdidas en las montañas y sin más varón a la vista que su padre, decidieron que él era un buen candidato. Una noche, emborracharon a Lot y la mayor se acostó con él. Al día siguiente, sin que Lot recordase nada, volvieron a emborracharlo y le tocó el turno ahora a la menor. Y tuvieron descendencia. Y de lo que pensaba Lot - el incestuoso - de todo el asunto, eso sí que es otra historia.
Ya sabéis de donde viene la expresión “darse el Lote”.
Las hijas de Lot te desean Feliz Navidad:
Hoy iniciamos una nueva sección que tratará diferentes aspectos de uno de los libros capitales en el desarrollo y formación de la cultura occidental, la Biblia.
EL BUENO DE LOT Y LA PROTOHISTORIA DE LA
TRAGEDIA (¿por qué no?)
Por lo visto, Dios, después de recibir muchas quejas sobre el comportamiento de los habitantes de Sodoma y Gomorra, decidió enviar un par de ángeles para que lo comprobasen y tomasen medidas al respecto (básicamente arrasarlo todo). Primero se dirigieron a Sodoma y a las puertas de la ciudad encontraron a un ocioso Lot que enseguida les ofreció su hospitalidad. Cuando Lot y sus nuevos amigos habían terminado de comer y se disponían a acostarse (no seáis mal pensados), todo el pueblo se congregó frente a la puerta de Lot y le exigió que le entregase a los dos forasteros para que pudieran abusar de ellos. Lot se negó. Les dijo que eso no estaba bonito, que le haría quedar en mal lugar con respecto a sus invitados. Sí les ofreció en cambio a sus dos hijas vírgenes (¡Vírgenes! un auténtico milagro tal y como las gastaban por esos lares), para que con ellas hicieran lo que quisieran. Pero el pueblo rechazó descortésmente su proposición.
Llegados a este punto, los dos ángeles decidieron pasar a la acción. Apiadándose de Lot – el justo -, le explicaron sus planes de destrucción, y le ofrecieron la oportunidad de salvarse, junto con sus allegados, huyendo al monte y con la orden de no mirar atrás.
Lot fue a avisar a los prometidos de sus hijas, pero estos lo tomaron a broma (o quizás estaban picados con él por su falta de delicadeza al ofrecer la virtud de futuras esposas sin haberles consultado). Finalmente se puso en camino con su mujer e hijas y los ángeles empezaron su festival de fuego y azufre. La mujer de Lot se volvió a mirar y se convirtió en estatua de sal. Lot - el viudo - consiguió refugiarse con sus hijas en una aislada cueva de las montañas, pero aquí no acaba la historia.
Mientras Lot lloraba la pérdida de su esposa, las hijas estaban angustiadas pensando en quien las iba a fecundar ahora. Perdidas en las montañas y sin más varón a la vista que su padre, decidieron que él era un buen candidato. Una noche, emborracharon a Lot y la mayor se acostó con él. Al día siguiente, sin que Lot recordase nada, volvieron a emborracharlo y le tocó el turno ahora a la menor. Y tuvieron descendencia. Y de lo que pensaba Lot - el incestuoso - de todo el asunto, eso sí que es otra historia.
Ya sabéis de donde viene la expresión “darse el Lote”.
Las hijas de Lot te desean Feliz Navidad:
2 comentarios:
Aunque la historia es digna de aparecer en un Private (Private Gold Incesto)en realidad respondía a la mera visión del sexo como instrumento de reproducción (no les daba morbo el padre, o eso creo, simplemente necesitan poblar el desierto y convertir su descendencia en un "gran reino"). Cuando llegues a Onam me cuentas la cortada de rollo que se lleva el hombre por "derramar fuera". Aunque tu interpretación de las hijas me gusta más que la de la libro.
Un abrazo.
No me rasgaré las vestiduras, ni seré más papista que el papa(entre otras cosas, porque, afortunadamente , no me dejan je,je).Como ves, Rubens, mis opciones ,mi plan B, sólo permiten criticar, a tu critica ,desde la virginal pluralidad(hoy es la Macarena, el santo de mi hija)y, como nobleza obliga… allá va :No me ha gustado tu Lote navideño(a pesar ,de que la pluma de tu pavo, sobresalía ,creativamente, de la cesta y de que el cava ,tenia burbujas de humor con provocadores destellos )le faltaba ese sentido del tacto, el único sin orificio de entrada ,que permite desvirgar metáforas, sin violarlas, con suaves toques de humor y mucho amor….te aseguro, que sino duele y encima, no tienes cura je,je.
Amor y humor también en navidad y, por supuesto, extra de abrazos. paula
Pd)Respecto a la foto,soy más de papas de principito,a mi edad ,hace falta mágia a tríos je,je.
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