Por Rufino PérezHoy me toca hablar de Pepe, mi amigo de Valderrobres. Tiene 75 años, pero échale un galgo cuando sube al monte. Porque la montaña tiene sus leyes: no sube más y mejor el más fuerte, sino quien mejor la conoce. Y Pepe la conoce bien, ya lo creo.
Pepe tiene una finca en la solana con tres hileras de almendros y un huerto a la orilla del Matarrraña, con las mejores tomateras de toda la comarca. Y mira que es difícil que se críen tomates en aquellas temperaturas. Ha sido y es, el carpintero más listo y hábil que he conocido, capaz de convertir en un par de horas, un tronco de leña en una mesita de noche.
“Y qué bien que se vive en el pueblo”, me termina siempre diciendo cuando hablamos de la vida. Y yo le digo: “según en qué pueblo”. Y él remata: “según qué vida vivas”. Y ya está, ni Platón, ni Hume, ni Kant –perdón Gogus y compañía-. Tres hileras de almendros, frío en los pies en invierno y una primavera que te devuelve generosa más de la mitad de la vida que consumes el resto del año.
Nos despedimos y Pepe me dice: ”Recuerda que la primavera llega a todas partes”, “Sí, pero no de la misma forma” –respondo yo- “Claro, todo depende de la vida… -y los dos al mismo tiempo- .. que llevas dentro”.
Pepe tiene una finca en la solana con tres hileras de almendros y un huerto a la orilla del Matarrraña, con las mejores tomateras de toda la comarca. Y mira que es difícil que se críen tomates en aquellas temperaturas. Ha sido y es, el carpintero más listo y hábil que he conocido, capaz de convertir en un par de horas, un tronco de leña en una mesita de noche.
“Y qué bien que se vive en el pueblo”, me termina siempre diciendo cuando hablamos de la vida. Y yo le digo: “según en qué pueblo”. Y él remata: “según qué vida vivas”. Y ya está, ni Platón, ni Hume, ni Kant –perdón Gogus y compañía-. Tres hileras de almendros, frío en los pies en invierno y una primavera que te devuelve generosa más de la mitad de la vida que consumes el resto del año.
Nos despedimos y Pepe me dice: ”Recuerda que la primavera llega a todas partes”, “Sí, pero no de la misma forma” –respondo yo- “Claro, todo depende de la vida… -y los dos al mismo tiempo- .. que llevas dentro”.
5 comentarios:
Hombe, Rufino. Welcome back! We missed you!
Jaja, a mí ma parece que tu amigo Pepe y tú estáis en el mismo nivel de escepticismo: depende del pueblo en que vivas, depende de la vida que lleves dentro. No os discutáis, hombre. En el fondo, pensáis lo mismo, diferencia generacional o no. O sea, que Platón yo creo que lo podéis descartar, pero ambos estáis muy en la línea de Hume y Kant.
Habrá que creer en la primavera, aunque ya está a punto de concluir y entrará el verano metereológico. Y ése no suena tan bien, es todo mucho más excesivo.
Ala, a aprovechar los 6 días que quedan de primavera, y a prepararse para los excesos del solsticio y del verano.
Beso;)
¿Tú amigo Pepe no se llamará de mote Hesíodo?
Mucho ha llovido y tendría más de 75 años, pero la admiración por estas personas sencillas y sabias no ha pasado de moda. Imagino que en el fondo, urbanitas, postmodernos, metrosexuales y fashions victims, sabemos el mérito que tiene este tipo de personas. Y tú lo has descrito de mil amores.
Un abrazo.
Hola Rufino!
Tranquil, per perdre el respecte a tots els filòsofs no hi ha res com estudiar filosofia. Mil vegades tornar a nàixer com el teu amic abans que com qualsevol filòsof del color que sigui.
No donaríem tots molts anys d'estudi a canvi de saber convertir un tronc en una tauleta?
me ha encantado eso de "una primavera que te devuelve generosa más de la mitad de la vida que consumes el resto del año" por lo bello y por lo cierto.
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