jueves, 16 de julio de 2009

Un hombre gordo


Por Raquel Casas


El hombre gordo, calvo, bajito, que viste de negro y sabe hablar al revés pasa corriendo, como si alguien le persiguiera, por delante de la mesa donde estoy tomando un café. Son las 6 de la tarde y la plaza que se extiende ante mí está muy concurrida. Tras el hombre gordo, calvo, bajito que viste de negro y sabe hablar al revés, pasa una monja que le está siguiendo. Y tras ella un joven tatuado y lleno de piercings, con una libreta en la que va anotando los detalles de la extraña persecución, supongo. Pienso que no es semana santa a pesar de esta estrambótica procesión y decido unirme a ella, lleno de curiosidad; tampoco tengo nada mejor que hacer esta tarde aburrida de domingo. Parece que se va a animar el día.
El hombre gordo, calvo, bueno, el primero, entra en una gran librería. Todos los demás hacemos lo mismo, nos dispersamos por las numerosas estanterías y fingimos buscar algún libro interesante, sin perder de vista a nuestro perseguido. La monja de detiene en la sección infantil y hojea por encima de las gafas Conejito y sus amigos. El hombre gordo habla con una dependienta mientras el joven tatuado, muy cerca del gordo, va a comprar El asombroso viaje de Pomponio Flato, si no me equivoco. Yo elijo La ladrona de libros y me lo llevo sin pagar, claro.
Cuando ya han pagado todos (no sé qué ha comprado el gordo, no lo he podido ver desde esta distancia), empezamos a desfilar de nuevo. Una calle, dos calles, tres, otras, más. Esquivo un coche tuneado, una anciana muy maquillada y un gato callejero. No tengo ni idea de a dónde se dirigen, pero el calor y el sudor del paso apresurado me están cansando ya. Así que pierdo el interés en ellos y su loca carrera y entro en un bar con aire acondicionado para refrescarme por dentro y por fuera. Pido una cerveza bien fría y el periódico del día. A mi lado se sienta un niño con una cámara de fotos y cerca de él (y de mí) un hombre con traje de rayas, sobrero y gafas de sol. Empiezo a ponerme nervioso y un poco paranoico. Pienso que ellos me siguen a mí, que soy el primero de otra procesión loca. Me bebo la cerveza, pido otra, me demoro excesivamente para ver qué hacen ellos, que también tardan mucho. Miro la tele, el reloj, el móvil, el periódico otra vez, y aún están ahí. No hay nadie más, sólo el camarero, muy aburrido y abstraído con la música de la máquina tragaperras, y nosotros tres. Han pasado casi dos horas, ha oscurecido y me doy cuenta de que yo soy su hombre gordo, seguro. Empiezo a sudar, pago las cervezas y salgo como una bala de allí. Empiezo a correr a toda pastilla y cuando creo que ya estoy a salvo de ellos me paro para recobrar el aliento y las fuerzas, y ya más tranquilo creo que me he precipitado pensando que me perseguían, pues ya no los veo. Quizá me han sentado mal las cervezas o el sol o tanta caminata. Me dirijo a casa un poco más tranquilo y relajado, pero antes de llegar al portal se me aparece de no sé dónde el niño de la cámara, me dispara a la cara con el maldito flash que me deja medio ciego y cuando le grito qué coño haces siguiéndome niñato de mierda, te voy a partir las piernas, me señala el lunar que tengo en el cuello y me dice “El infinito empieza en un lunar”. Me asusto, corro de nuevo con todas mis fuerzas hasta refugiarme en casa. Mi mujer y el niño están esperándome para cenar, llegas tarde cariño, vaya paseíto te has dado. Le cuento todo lo que me ha pasado, temblando aún y trazando una teoría conspiratoria de dimensiones mundiales que se nos escapan con ve a saber tú que oscuros propósitos o qué control absurdo sobre las mentes humanas de las personas y sobre todo de los funcionarios, que nos tienen entre ceja y ceja cariño, sí, que esto es el acabose, nos tenemos que ir de aquí, la gente está fatal, seguro que es culpa de los transgénicos, nos están envenenando, ¡¡vamos a morir todos!!
Le he gritado estas últimas palabras y la pobre ni se ha inmutado, sólo me ha dicho que va a tirar la playstation a la basura ahora mismo, que deje ya tanta tontería conspiratoria y tanto niño muerto y que mañana mismo me lleva al dermatólogo a extirparme ese maldito lunar.


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7 comentarios:

Beatriz dijo...

La pesadilla dentro de la pesadilla dentro de la pesadilla. ¿Quién es el que sueña? ¿Quién el sufridor? ¿Quién... el funcionario? jaja, seguro que ése es el que registra, el anotador, el amanuensis descolocado, el que pone sellos de certificación, de verificación: esto pasó ayer, 14 de julio de 2009, la Sra. gorda también conocida como Deveroux, el señor gordo y de negro como Mr. Muffled, el niño de la cámara el tocapelotas de turno, la mujer inmutable la Maruja del día -en el día de hoy, la Sra. Carmen-, el dermatólogo escogido, el cirujano plástico de moda. La cuestión es: ¿quién es el chaval de la peca?, jaja!

Una pecosa insomne -más que nada como profilaxis, no sea que me dé por soñar! ;)

Mercè Mestre dijo...

L'erbmoh ovlac otijab és en realitat el perillós cap de la secta Aionarap. Ho sé del cert.

I tè acòlits per tot arreu. Ahir al metro em van perseguir: la taquillera, el segurata i un gos policia. Sort del paio que toca la guitarra al passadís, que els va despistar fent una maniobra de distracció.

Sujuro que la propera vegada pago el bitllet.

Quim Pe(n)cas

Beatriz dijo...

Ai, Mercè, que si t'enganxen sense pagar te fiquen una multaaaaa! t'ho dic per experiència, jaja!
Síííí, sort d'aquests músics bohemis, músics mundi, que ens vénen a rescatar dels poders fàctics de torn amb les seves maniobres diversives, uhuh!

Apa, bona celebració del glorioso alzamiento, ahahahah! Cadascú en la línia que li pertoqui (???????). Glups.

No passeu molta calor, paranoies a banda;)

Raquel Casas dijo...

Sí, jajaaa, mania persecutòria o conspiració global??

Ai, que dolent és viciar-se amb la play...

Anónimo dijo...

ei rak!
molt molt interessant ...és un món q em conec , jejeje però el meu era mes complexe , el meu tenia quasi tants canals com la tdt jejeje en fi un dia faré memòria i em surtira un manual raret raret jeje però d'aqui a molt anys eh ..

fins aviat!!

Anónimo dijo...

toda una aventura, bien, muy bien, me ha gustado

Laerke dijo...

Raquel!
No m´ho llegeixo perque no tinc temps, pero mare meva el titol... una mica de seny siusplau...
Anem a per el que volia jo...
SERAS LA NOSTRA PROFE LÁNY QUE VE???

-Laerke Saura, la cotilla!!

PD: Tinc una cosa per tu que li he pispat a la meva iaia (amb permis ehh) des de dinamarca que t+agradara molt i molt... a tu, a la neus i a la Yolandda jajja XD