jueves, 20 de agosto de 2009

Maternidades: la otra orilla (I/II)

Por Ester Astudillo

Para M, mi benjamín

Quiero ser un montón de mí
MARTÍ PRADAS

Matemáticas

‘Quiero ser un montón de mí’
dices con tu piquito de oro.
Pequeño revuelo en la mesa.

Sin saberlo eres ya un poeta
aunque tu torpe deseo no oculte
una vasta ignorancia de todo.

Yo, en cambio, quiero ser
una sola
y no me encuentro.

Que el mundo y la caída
de los días opacos
no turben tus querencias,
no las disloquen.
Tuvimos ya a Dolly
y me disgustaría verte
correr suerte igual.

Investiga, mejor,
si en el cuarto atrancado
tus padres follan
o hacen el amor.

Para A, mi primogénito
0, Rh +

Si vas a salir,
cierra suave
la puerta.
No con doble vuelta,
ya sabes,
sólo la dulzura
del ‘clic’
cuando la hoja
encaje al abrigo
en su lecho
de guante.

Así ambos seremos
libres de regresar
y mecernos en
los paraísos que urdimos
con nuestros nombres.
Tú a tu lar de ultratumba,
poblada de zombies
que incuban tu alma;
yo a mi palacio
de nubes y estrellas
habitado por nadie
hasta que tú llegaste.

Y si un caballero
arribara
clamando
en pos de una flor
tu corazón deforme,
desde mi orilla
antigua y también
eviscerada
reservaré un rumor
de sangre
para volver a
ponerte de pie,
anudar olvidados
atajos,
susurrarte ‘perdón’,
enseñarte a lanzar
piedras con furia
y vibrar
con las ondas rebeldes
del agua fresca
en el estanque.

Por eso, amor mío,
si vas a salir,
no te conformes
antes del ‘clic’
que nos salve.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada, nada, que tiene usted unos niños muy majos, señora, pero se nota que le dan mucha guerra, guerra psicológica, con espionaje incluido. Y ya verá cuando crezcan...se va a enterar!
Consejo: llevelos a un colegio religioso, a ver si dejan de pensar tanto. I cierre con llave la habitación, a ver si le saldrán obsesos.
Sor Renunciación del Pasmo

José García Obrero dijo...

Ester, tu lado femenino se ha ultrafemineizado y estos poemas de la maternidad son de una sensibilidad y una belleza extrema.

Tener una madre poeta, eso sí que es una experiencia religiosa.;)

Un abrazo.

Beatriz dijo...

Obsesos u obesos, de qué me tengo que preocupar, krd anónimo canónico? Sí, lo suyo, useasea, lo de mis hijos, es la emboscada y la guerrilla a perpetuidad, y además no a dos bandos sino a tres!, lo cual dificulta muchííííísimo una salida diplomática al conflicto. Y sí, lo de poner un cierre a la habitación sólo accesible desde dentro también me lo pensaré. Lo comentaré con el otro miembro implicado, a ver qué opina de la magnitud de la tragedia. En cuanto a lo del cole religioso... ya sé que a Vd. le vendría de perlas, sobre todo pa' ganarse un sobresueldo, eh?, estas religiosas metidas a pedagogas!, pero va a ser que no, lo siento infinito. En cualquier caso, muchas gracias por el gratuito consejo (!!).

Krd José, me halaga ultramanera tu comentario, jaja!, pero ahora que ni nos oyen ni nos leen, me temo que mis hijos no compartirían para nada tu opinión sobre lo de la experiencia religiosa. Dejaremos que corran los años con la esperanza de que siempre, siempre, cualquiera tiempo pasado fue peor.

Gracias a ambos ;-)