II Semana del Plagio
Por Carlos Rull
Traducido del portugués por Cleofás Tidio
El inspector Soares recibió la llamada hacia las diez y media de una noche invernal especialmente fría y lluviosa, la niebla no se había levantado en todo el día y el inspector se sentía más cansado de lo habitual, como si la lluvia o la noche misma se hubieran alojado en su estómago. Se encontraba en su pequeño apartamento calentando una pizza congelada, desde su divorcio apenas se atrevía a cocinar nada y se alimentaba fundamentalmente de precocinados. Reconoció el número de comisaría en la pantalla de su móvil, Sí, Inspector Soares, Sí, soy yo, Perdone que le moleste a estas horas pero hemos recibido una llamada algo extraña y..., De qué se trata, Es el director de la línea de autobuses interurbanos, lo tengo en línea, se lo puedo pasar, Bien, hágalo. Transcurrieron unos segundos hasta que una voz angustiada preguntó, Inspector, Sí, Lamento molestarle..., Ya, ya, vaya al grano por favor, estaba a punto de cenar, Me temo que se le va a enfriar, señor, Si tarda mucho más en explicarme lo que ocurre no lo dudo, Se trata de algo muy extraño, inspector, Me tiene en ascuas, director. El director se tomó unos segundos, escogiendo bien las palabras que iba a utilizar y optó finalmente por la posibilidad más simple y directa que se le ocurrió, Nos ha desaparecido un autobús, ¿Cómo dice?, Ya le dije que era extraño, Se tratará de un accidente, No, eso ya lo hemos descartado: simplemente ha desaparecido, Se habrá perdido, Era un conductor experimentado, eso es imposible, Cuándo ha desaparecido, Debería haber llegado a Cascais a las seis treinta, De eso hace cuatro horas, por qué no han llamado a nadie, Hemos estado buscando el bus, no íbamos a alertar a nadie sin saber qué ocurría, podría haberse tratado de un simple pinchazo o una avería e imagínese si activamos la emergencia y nos encontramos al conductor cambiando una rueda o embadurnado en grasa, Lo entiendo, Qué piensa hacer, Lo habitual para una desaparición, Pero ésta no es una desaparición habitual, Ya, bien, igualmente seguiremos los pasos establecidos, enviaré algunas unidades a recorrer la ruta palmo a palmo y activaré el protocolo de emergencia, por cierto, qué ruta recorría el bus, De Sintra a Colares, luego a Cabo da Roca y acaba en Cascais, Y la última parada confirmada, Azoia, señor , No llegó a Cabo da Roca, No, señor, confirmado por los pasajeros que llevaban esperando allí una hora cuando los recogió el siguiente bus, Me está diciendo que el autobús desapareció en los dos kilómetros de carreterita que van de Azoia a Cabo da Roca, Sí, señor, salió de Azoia pero nunca llegó al Cabo, y estamos revisando esa carretera de cabo – valga la redundancia - a rabo, palmo a palmo desde hace dos horas, y no hemos encontrado nada, Por qué no lo dijo desde un principio, No preguntó, Déme tiempo para un par de llamadas y venga a comisaría, Lo siento por su cena, inspector, No se preocupe, no sabía a nada.
O sabía a noche y a viento y a silencio, aunque esto último sólo lo pensó.
¿CONTINUARÁ?
7 comentarios:
bueno, va, venga, una hipótesis: antonio lobo antunes?
Nooope, try again!
Ok.
Pessoa? O alguna rocambolesca mezcla literario-biográfica sobre Pessoa?
Va a parecer muy simplón pero: ¿Vázquez Montalbán?
Me aventuro por José Saramago: más que nada el estilo característico de los diálogos separados por comas, los nombres de los pueblos (portugueses) y además está traducido del portugués!! Reconozco que la historia del inspector y el tema de la comida me hizo pensar también en Vazquez Montalbán y su inspector Carvalho, pero me inclino por José Saramago.
¡Premio!! Saramago. Cierto que por tema, personaje y ambiente podría atribuirse a Vázquez Montalbán, y por filiación a Lobo Antunes - más raro me parece lo de Pessoa, my friend, demasido rocambolesco -, pero como indica Sergio, el estilo de diálogo y el planteamiento con suceso anormal pretende ser característico del último Nobel portugués, no sé si muy logrado. Un abrazote.
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