Antes de irse a dormir rebuscó con la mirada en el pozo de la noche, para localizar la moneda de la luna. Sabia que con ella se organizaban buenas timbas, en la barra libre de universos, sobre el tapete bordado de estrellas centinelas.
Antes de comenzar el juego, los cometas barrían con sus colas los últimos restos de sol, las nebulosas pasaban la bayeta a los azulejos celestes para lustrar el añil, los pequeños satélites bruñían la plata con lunática dedicación, y una pandilla de ángeles vestidos de crupiés, echaban ambientador de destinos batiendo sus alas.
Un quedo latir rompió el útero de la noche y surgieron las garras de la nada. Tomaron la brillante moneda y la lanzaron, mientras los taciturnos jugadores de miradas cerraban los ojos y apostaban sueños a cara o cruz.
4 comentarios:
Bona Nit i dolços somnis compas
un petonet de lluna je,je.
no hay que fiarse de la nada, a la que te descuidas te roba las monedas y el fondo de los bolsillos.
son las 8 de la mañana y tú me deseas dulces sueños... ay sí, con gusto me metía de nuevo en la cama para apostar -cara o cara- a que me duermo de un tirón.
O sigui que no podem estar segurs ni al cel? És clar, tants i tants segles de xoriços disfressats de sants que han anat escalant...
Però ja sabem que tu (Paula, TVsol, Sistema Lunar) ets la millor cronista per saber què repunyetes passa per allà dalt.
Petons fins al cel
Alguna timba de esas tendríamos que montar poniendo a todos los satélites a trabajar. Ese ambiente de trabajo grupal entre ellos no está mal, parece que han asimilado bien las enseñanzas de la ESO je je. Precioso Paula.
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