
Levantarse y pisar
el suelo,
no dejar caer todo el peso
sobre la tierra.
Hablar contigo
sin escuchar tu voz.
Saludar a un amigo
y despedirse
con la única sensación
de retomar el camino
justo ahí,
en el mismo punto
donde os encontrasteis.
Seguir andando
y llegar a casa
sin notar
que la puerta se abre
con los mismos dos giros
con los que la cerraste,
pero al contrario.
¡Qué curiosa la vida,
qué largo el sendero!
el suelo,
no dejar caer todo el peso
sobre la tierra.
Hablar contigo
sin escuchar tu voz.
Saludar a un amigo
y despedirse
con la única sensación
de retomar el camino
justo ahí,
en el mismo punto
donde os encontrasteis.
Seguir andando
y llegar a casa
sin notar
que la puerta se abre
con los mismos dos giros
con los que la cerraste,
pero al contrario.
¡Qué curiosa la vida,
qué largo el sendero!
3 comentarios:
la puerta tiene manivela de tiempo...pero ya dicen, que lo importante es el interior...llegar a casa.
un besazo dominguero.MUACS!!!!
Aaahhh sí, la vida tiene este tipo de paradojas. Como la puerta de tu deliciosa imagen, enmarcada por ... paredes transparentes? Y mi casa a veces... es una pecera.
ksss;)
Potser la vida és això, un joc de simetries i de contraris, amb una porta lleugera per entrar i per sortir. Esperem que no sigui giratòria.
Una abraçada, Rufino.
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