sábado, 5 de abril de 2008

LA CAPACIDAD DE COMPRENDER A LOS DEMÁS






Por Rubén García Cebollero


Esta tarde a las seis, en el Pub City Arms de Figueres, recitamos poesía. No lo hacemos porque Sant Jordi se aproxime. Los poetas nunca somos "Zafones" ni "Mendozas". Lo hacemos porque la poesía implica la capacidad de comprender a los demás. Tal vez por eso a mucha gente cuesta enfrentarse al poema.

Se me acumulan las lecturas y, por las veces que la salud lo impide, me voy a poner las pilas con 4 voces seguidas: Tomeo, Mendoza, Fernandez Mallo, y Benedetti. Cargadito que vengo.

Los amantes de silicona no es la mejor novela que he leído de Tomeo, pero en Tomeo siempre se encuentra algo que justifique la lectura. Como cuando dice de Ramón que le recuerda a ciertos intelectuales de este país aficionados a utilizar palabras que no entienden, o que las miradas que hoy son de fuego, mañana serán de ceniza. Y como follar no lo es todo, ni siquiera en el frívolo mundo de los muñecos hinchables, me quedo con 3 preguntas seguidas que formula Tomeo: ¿Por qué matamos lo que más queremos y, algunas veces, lo que más necesitamos? ¿Qué extraño instinto de autodestrucción es ése? ¿Cuáles son los misteriosos pecados que deseamos castigar en nosotros mismos?

Esperaba con ansia leer El asombroso viaje de Pomponio Flato, y la leí en el tren, como creo que debe ser, pues tampoco me parece de lo mejor que ha escrito Mendoza. Quizá parezca injusto despedazar el trabajo del escritor pero para comprender a los demás hay que ser sincero, con ellos y con uno mismo, y como escribe Mendoza: la Naturaleza no es justa ni la justicia es parte del orden natural. La novelita me ha entretenido, que no es poco, porque administra con sabiduría una estructura aderezada de guiños (Jesús, María, José y etcétera) sobre la trama detectivesca. Me quedo con: los hombres no deben llorar. ¿Sabes por qué? Porque es signo de debilidad o compasión y la debilidad invita al abuso o a la compasión, dos cosas dignas de ser evitadas.

Y llegó la Nocilla Experience, de Agustín Fernández Mallo. O más de lo mismo pero tal vez algo peor. No diré que es una novela, sino un libro poético, un caleidoscopio de ecos, profundamente desestructurado. En resumidas cuentas: un mal poema en prosa. Sin embargo, siempre se puede rescatar un leve brillo de esperanza en todo naufragio. Dice Agustín que la vida es un anuncio de teletienda al que le han eliminado el producto anunciado. Pues Nocilla Experience es un libro lleno de literatura al que casi le eliminan la literatura. Aunque hay personas que se pierden en lugares que a nadie importan. Por mucho que se etiquete el experimento nocilla de narrativa transpoética (artefactos híbridos entre la ciencia y la literatura tradicional) mejor sería comparla con las películas decapitadas que cree serán la lectura del futuro. Como Agustín reconoce la teoría y la vida no tienen nada que ver. ¿Existe alguna excusa para leerla? Sí, el final de Annie Hall: en el arte siempre estamos procurando que las cosas salgan perfectas, porque en la vida real es muy difícil.

Por último, dejé el libro de los 4 que traigo que me reconcilió más con su totalidad, Vivir adrede, de Mario Benedetti. Aunque en la poesía última de Benedetti a instantes creo estar releyendo a Benedetti, o que se está repitiendo, o que me quedé en el roble, aquí he dicho, al margen de los cachivaches, chaupeau. Es una lectura de pinceladas, en la que la superficie por la que andamos tiene su lenguaje y nos va instruyendo. Una lectura donde cada palabra cuenta y en la que hay que amar al margen de cualquier costumbre, improvisadamente. El amor es más seguro cuando nos toma de sorpresa e incluso desorienta a la costumbre. El libro es una radiografía de un mundo en el que todo está destinado a que no creamos en nosotros mismos y menos aún en el prójimo indefenso. Y en él que nos toca sobrevivir adrede.

Así que esta tarde aún no sé qué voy a recitar en el Pub City Arms, en Figueres. Sólo sé que la capacidad de comprender a los demás subraya que la crítica no importa, que no siempre salen las cosas como esperamos, y aún así el placer de intentarlo, el esfuerzo y el riesgo justifican una nueva ocasión para airear la poesía.

¿Te animas?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

...nunca pensé que la poesía tenia que ver con la empatía...
De veras no se puede hacer buena poesía sin entender a los demás??

RUGAC dijo...

Con la poesía uno logra entenderse a sí mismo y al mundo que lo rodea (o lo intenta) y ese intento permite adquirir la empatía.
¿Sí se puede hacer buena poesía sin entender a los demás? Se escribe demasiada poesía sin entender a nadie, y quizá para entenderlo todo. Por lo demás el recital fue muy bien y eso demuestra que la poesía reside en la voz mucho más que en el papel,)

Anónimo dijo...

Pienso ,que no hay nada inventado en el mundo de los sentidos, que como dice la canción,”nosotros somos los otros”.Sólo ,que hay estupendos intérpretes de la estupidez humana, que saben expresarlo sirviendo de espejos, currantes angelitos(color opcional) del sentido común ,con alfabéticos títulos je,je.
Me alegra el ,no dudado, éxito de un compa fracasado je,je.
PD) Puedo preguntar:¿ que voz escogiste, para ser escuchada?. Sabes , que aunque me lamento esquizofrénicamente, me gusta estar “demode”je,je.

gonzalezcastro dijo...

Rubén,
Et felicito perquè no ets indiscriminadament correcte, perquè dius que l'última del noi de la Nocilla no és una novel·la reeixida. Tal com van les ganivetades en el món literari, dir alguna cosa així és arriscat...

RUGAC dijo...

Per mi és més arriscat mentir i amagar els sentiments... Què em pot passar? Que no em publiquin? Que em critiquin més? Això no m'importa... Cada dia continuo escrivint, i qui em coneix sap que no faig crítiques destructives sinó constructives, i a Nocilla Experience hi ha encerts i coses bones (no ho discuteixo) però el regust que em queda és que els punts febles no es justifiquen amb res ni per res. Qüestió de gust;)

RUGAC dijo...

Paula, tengo la suerte de tener más de una voz sin padecer ninguna esquizofrenia, que yo sepa. Puesto que en catalán y castellano mi voz poética es distinta, e intento que en cada poema haya algún riesgo, y que después nos escuchen o no, guste o no, es algo menos importante que la búsqueda de la autenticidad, la empatía y la sencillez,)

Anónimo dijo...

Disculpa Ruben,no ando demasiado bien de saludes y ultimamente, me equivoco en mis comentarios(no es la primera vez que ,desgraciadamente ,me pasa)soy muy cabezota y no sigo el consejo de guardar la lengua en reposo,cuando cojeo de humor je,je.
Me referia a mi esquizofrenia, por escuchar tantas voces propuestas,ya citada en otras ocasiones,tanta información.
Mi intención era la de halagarte y preguntar por ,cito textual:"Así que esta tarde aún no sé qué voy a recitar en el Pub City Arms, en Figueres." "la poesía reside en la voz mucho más que en el papel"
y demostrar mi interés.
Lo dicho me alegro mucho y desde luego,te escucho.
Pd)Sinceridad obliga(aunque tal vez no sea el sitio adecuado)ha dolido la falta de empatia,la reducción de mi voz a juicios lingüisticos,tan auténticamente ajenos a mi.
Un abrazo